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SEGUNDA CARTA DE ARTURO DELGADO A MIGUEL CARDENAL, PUBLICADO EN EL BLOG DE JAUME SOLER Y EL ABC NAUTICA

Articulo publicado por Juame soler en Bu Blog y por Pedro Sardina en ABC Nautica, ambas el dia 7 de febrero de 2013.

http://elblogdejaumesoler.blogspot.com.es/2013/02/segunda-carta-de-arturo-delgado-miguel.html

http://www.abc.es/vela/opinion/segunda-carta-de-arturo-delgado-a-miguel-cardenal/

07/02/2013

Segunda carta de Arturo Delgado a Miguel Cardenal

Esta es la segunda carta que mandó el ex presidente de la RFEV, de la EUROSAF y vice presidente de la ISAF Arturo Delgado, al secretario de estado para el Deporte Miguel Cardenal. Es una carta en la que se pone encima de la mesa casos como el de la famosa Duna Escalonada, la Fundación Vela Española, la Escuela de Vela del CEAR Príncipe Felipe y las elecciones a la RFEV.
Señor Secretario de Estado
Con fecha 26 de diciembre de 2012 le dirigí a Vd. una carta que personalmente entregué en el Registro de Entrada de ese CSD el día siguiente, es decir, el 27 del mismo mes y año. Desde entonces han transcurrido 26 días sin que yo haya recibido contestación alguna, ni siquiera el protocolario acuse de recibo que suele hacer la Secretaria o Jefe de Gabinete
Mire Vd., cuántos más días pasan, más se conoce sobre lo acontecido en las pasadas elecciones a Presidente de la RFEV y también sobre la caótica situación económica en la que se encuentra dicha Federación.
Es muy poco entendible el silencio de ese CSD, que induce a pensar que Vd. está tratando de emular a sus antecesores en el cargo, es decir, mirar a otro lado, por decirlo de una manera suave. Y ello ocurre tanto en el tema electoral como en el de la construcción de la inútil Duna Escalonada en el CEAR de Santander.
Mire Vd. Sr. Cardenal, siendo yo uno de los miles de afectados por la actual crisis económica, porque veo reducirse de forma acelerada los ahorros de toda mi vida profesional, que me deberían haber permitido una jubilación tranquila, sin embargo soy de los que entiendo las duras medidas de ajuste económico tomadas por el actual Gobierno al que Vd. pertenece, no puedo entender que todavía existan altos cargos públicos, pertenecientes al mismo Partido que sostiene al Gobierno, que sigan derrochando los exiguos fondos públicos, como es el caso del Sr. Alcalde de Santander ( y debo incluir a ese CSD y al Presidente de la Autonomía Cántabra), cuando según consta no tienen en Cantabria ni fondos para atender las necesidades del Hospital de Valdecilla y se carece de fondos para atender otras necesidades más importantes que la dichosa Duna. Vd. mismo ha anunciado la reducción de las subvenciones al Deporte en un 40%. ¿Se va a obligar, Sr. Cardenal, a llevar estos graves asuntos por la vía de la Jurisdicción Ordinaria, con el consiguiente desprestigio de las instituciones deportivas ya de por sí tan maltrecho?
No es de extrañar que con actitudes como éstas, los directivos del deporte, al que ese CSD tiene la obligación de supervisar, hayan actuado con tal sensación de impunidad, abocando, en el caso de la RFEV, a una situación de quiebra económica que compromete su función de promoción del deporte de la vela, sin que, ante la denuncia pública de la garrafal gestión del Sr. Pombo, el CSD haya intervenido para poner freno a esa gestión, que ha conllevado el vaciamiento patrimonial de una Fundación totalmente saneada para atender gastos corrientes de la RFEV. Me abstengo de calificar el rigor de las auditorías realizadas por ese CSD y, por cierto, del seguimiento del ¿Protectorado? de Fundaciones, adscrito al Ministerio de Cultura.
No me gusta presumir de nada, pero debo decirle que si el CEAR existe y se construyó en Santander fue porque, siendo yo Presidente de la RFEV, luché a fondo por ello junto a mi gran amigo José Francisco García de Soto, ex Presidente de la Federación Cántabra de Vela, olímpico y gran aficionado a la este deporte, y el entonces Alcalde de Santander, D. Manuel Huerta que unidos y con el apoyo del CSD tuvimos que superar la oposición del entonces Presidente de la Comunidad, D. Juan Hormaechea, cuya principal preocupación era si el Centro deslucía o no su Palacio de Festivales. Y lo que son las cosas, también se oponía el actual director del CEAR, Jane Abascal, que prefería que la Escuela se construyese en Laredo donde tenía su propio centro de enseñanza, poniendo todo tipo de obstáculos e intrigando contra los promotores del proyecto. Es más, por estas dificultades que se creaban artificialmente, la construcción del Centro estuvo a punto de trasladarse a San Sebastián, a propuesta del mismo CSD. Pero le añado más: la primera Escuela de Vela (que no CEAR) que se proyectó fue la de Murcia, para la que se constituyó un Consorcio al efecto sin coste para la RFEV. Con este motivo convencimos a los entonces responsables del CSD, D. Javier Gómez Navarro y D. Rafael Cortés Elvira, que no era justo que se construyera una Escuela en el Mediterráneo y ninguno en el Norte y así nació lo que hoy pomposamente y con alto costo para la RFEV le llaman CEAR. Por lo que intuyo, cuando aconteció lo que le cuento, Vd. probablemente estaría terminando el Bachillerato o empezando la Carrera, por lo que no tiene por qué conocer lo que le estoy contando. Como tampoco que, a raíz de los JJOO de Barcelona, la RFEV por convenio con el CSD y el Ayuntamiento de Barcelona, se quedó con unas buenas instalaciones en reconocimiento al esfuerzo que habíamos hecho para que las regatas de vela se disputasen en Barcelona y no en Palma de Mallorca, como inicialmente estaba previsto (lo que conllevó que el Alcalde D. Pascual Maragall me concediese la medalla de la Ciudad de Barcelona que con tan fausto motivo se me entregó siendo yo el único Presidente de Federación Española al que le fue concedido tal honor). ¿Qué hizo el Sr. Pombo? Pues renunciar a estas instalaciones y concentrarse en el CEAR de Santander para asegurarse su futuro cuando dejase la Presidencia de la RFEV. Estamos hablando de un personaje altamente calculador a largo plazo y en beneficio propio, como así lo ha venido demostrando. Y le puedo decir que éste ha sido su Plan B, pues es por todos conocidos que su plan primigenio era asegurarse un buen puesto en Copa América, plan inspirado en la mejor tradición de la picaresca española, en cuyo desarrollo colocó a la vela española, al deporte español y España en un lugar de desprestigio tal que tardará muchos años en recuperarse. El que no se concretara, gracias a la denuncia de periodistas deportivos valientes que consideraron que ello implicaba un desdoro al deporte español, fue el motivo de que, incumpliendo lo dispuesto en los propios Estatutos, se presentara a un tercer mandato federativo.
Vd. al parecer procede deportivamente del Fútbol como directivo y mucho me temo que igual que sus antecesores en el cargo desconozca las necesidades y particularidades de las distintas federaciones de deportes, muchas veces mal llamados minoritarios, cuando lo que no tienen es repercusión mediática, como es el caso de la Vela y que son practicados muy mayoritariamente por aficionados, federaciones que no tienen ingresos propios suficientes que permitan mantener unos CAR propios.
Fue por ello que, para firmar el Consorcio entre Ayuntamiento de Santander, CSD y RFEV yo pusiese como condición el que a la Federación la Escuela (insisto no CAR), no supondría coste alguno, simplemente porque no teníamos la capacidad financiera para ello y de la que disponíamos era para cubrir necesidades deportivas y de promoción: los pies los teníamos bien en el suelo y la cabeza bien alta. Piense Vd. que los Presidentes y Juntas Directivas de los muchos Clubes de Vela extendidos por toda España y que son los grandes promotores de la vela, desempeñan sus cargos de una forma totalmente altruista. Por el contrario, nos encontramos con que el primer Presidente profesional de la RFEV, el Sr Pombo, se dedicó a arruinarla en su propio interés y beneficio a costa de las licencias y cuotas de los afiliados, porque pocos otros ingresos propios tiene la Federación para pagarle su sueldo y sus prebendas, como es el caso de la renta de su casa alquilada. El problema está en que la mayoría de los que han ocupado el cargo de SED les ha preocupado más la obtención de medallas cada cuatro años que la práctica y promoción del deporte en sí mismo, quizás para aparecer en la foto. Si quiere Vd. saber de la inutilidad del CEAR de Santander, debe enterarse donde se han estado entrenando los medallistas de Londres y quiénes han sido sus entrenadores. Eso sí, reconozco que el Sr. Pombo tiene un mérito: es capaz de vender hielo a los esquimales.
Señor Cardenal, le reitero mi petición de que intervenga en estos dos temas, el electoral de la RFEV y en el de CEAR. La RFEV está hoy día como un barco en altamar a la deriva, completamente desarbolado, situación provocada por la estulticia y atrevimiento de un capitán ignorante que no sabía dónde se metía, después de una tempestad y esperando únicamente que le llegue un salvavidas antes de que se hunda del todo. El “barco” con todo su aparejo en óptimas condiciones de navegación y bien aprovisionado tal y como lo dejé cuando desembarqué, fue construido poco a poco sin ninguna merma para el deporte, con mucho cariño y horas de dedicación robadas al trabajo profesional y a la vida familiar de cada uno por un grupo de personas altruistas, pero muy competentes cada uno en su materia.
El deporte federado español, no aguanta disparatados e ignorantes presidentes que lo único que buscan es mantenerse en su puesto para lograr unos sueldos y prebendas que en su vida particular no los tendrían jamás. El resultado está a la vista y la RFEV es un ejemplo de lo que afirmo. Y no cabe invocarse que el nuevo Presidente es ajeno a lo sucedido: ha desempeñado puestos de responsabilidad en la anterior gestión federativa, incluida la Vicepresidencia Económica, y es cómplice de la situación en la que se encuentra la RFEV en la actualidad, y beneficiario directo de las irregularidades practicadas en el reciente proceso electoral celebrado en la entidad federativa.
Cuando empecé a redactar esta segunda carta para Vd. mi única intención era recordarle la mía anterior, pero según iba escribiendo he considerado la conveniencia de ampliarla con temas que probablemente no conozca. Creo que mis antecedentes y dedicación al deporte durante tantos años, bien se merecen su atención.
Le reitero que me tiene a su entera disposición. En espera de sus noticias.
Atentamente le saluda,
Arturo Delgado de Almeida