El Vistamar con 278 personas, choca contra bajos en Ibiza

El buque de cruceros 'Vistamar´, que navegaba desde Palma a Málaga con 169 pasajeros y 109 tripulantes a bordo, sufrió ayer tres vías de agua en el casco, dos de ellas en el estabilizador de popa, en la banda de babor, al chocar con la baliza que señala los bajos des Penjats, en es Freus, y corrió un serio riesgo de hundirse.

La colisión se produjo a las 5,15 horas de la mañana, a tres millas de la costa, y provocó que se inundara la zona de máquinas y que el barco se escorara entre cinco y seis grados sobre su costado de babor. En esta situación, el capitán del crucero, de bandera española, activó la alarma a bordo, despertó a los pasajeros para concentrarlos en sus lugares de reunión, dio aviso de lo ocurrido a los servicios de salvamento marítimo y decidió virar y buscar refugio en el puerto de Ibiza. Cuando el agua ya había anegado la zona de los motores auxiliares y el barco se había quedado sin electricidad, la embarcación llegó a la altura del dique de es Botafoc, donde logró amarrar poco después de las 7 de la mañana con la ayuda de un remolcador.

Los pasajeros fueron evacuados rápidamente con sus objetos de valor, pero sin equipaje, y fueron hospedados en varios hoteles de la isla. La tripulación y el capitán también abandonaron el barco.

Los bomberos se emplearon a fondo para achicar el agua y equipos de buceadores consiguieron taponar alguna de las grietas abiertas en el casco bajo la línea de flotación. Después de siete horas de trabajo desapareció el peligro de que el 'Vistamar´ volcara. Durante ese tiempo, al menos en dos ocasiones los técnicos que dirigían las operaciones temieron seriamente que el buque se hundiera junto al dique, ya que la escora alcanzó los 22 grados. A las ocho de la tarde la escora se había corregido hasta los 12 grados.

Con 120 metros de eslora, 4,5 de de calado y 7.500 toneladas, el 'Vistamar´, propiedad del empresario hotelero José Rosell Recasens, que tiene establecimientos en Ibiza, había salido de Palma a las 12 de la noche del miércoles y tenía previsto navegar toda la jornada del jueves para atracar el viernes a las 8 de la mañana en Málaga.

Según confirmaron fuentes de la investigación del suceso y el propio capitán del barco, la zona de la boya de es Baix des Penjats, que advierte de la presencia de rocas a una profundidad de entre 4,5 y 15 metros de la superficie, está perfectamente señalizada en las cartas de navegación. El capitán del 'Vistamar´ incluso reconoció a este diario que se encontraba en el puente de mando en el momento de la colisión.

“O se confió, o no tomó la suficiente distancia, o fue un despiste. En el mar cualquier distracción es fácil. Es un problema de rumbo”, afirmaron las mismas fuentes, cuyo cometido era averiguar las causas del siniestro y que prefirieron no identificarse.

“El barco tiene cartas de navegación y radar. A bordo el responsable es el capitán y lo que dice va a misa. Además había un oficial de guardia”, aseguraron técnicos de la tripulación que atribuyeron la responsabilidad de lo sucedido al capitán, un asturiano que no quiso dar su nombre a los periodistas.

En el dique se escuchaban comentarios que consideraban literalmente “una barbaridad” que el 'Vistamar´ hubiera atravesado es Freus. Sin embargo, fuentes del servicio de practicaje recordaron que en verano atraviesan habitualmente la zona grandes barcos. De hecho, los prácticos pusieron como ejemplo que el crucero 'Aida Aita´ atravesó ayer es Freus y entró en el puerto de Eivissa a las 16,30 horas sin incidentes. Fuentes de la Guardia Civil añadieron que el 'Vistamar´ había atracado antes en el puerto de Ibiza en numerosas ocasiones.

Fuentes de la Autoridad Portuaria destacaron que si este accidente se hubiera producido en alta mar, y no cerca de la costa, el barco probablemente habría naufragado y el resultado podría haber sido una desgracia.

Ningún pasajero ni miembro de la tripulación resultó herido en el incidente ni precisó asistencia médica por estados de ansiedad, pese a que los pasajeros alemanes que viajaban en el crucero eran grupos de personas de la tercera edad.

Un ingeniero naval realizará hoy el peritaje de los daños registrados en el barco y estudiará cómo y por qué ocurrió el accidente. Capitanía Marítima ha abierto un expediente informativo para depurar responsabilidades. El armador del buque debe ahora contratar a una empresa especializada para reflotarlo.