Portada ›› Náutica ›› Industria Náutica ›› El FMI advierte de que el lento crecimiento de la economía mundial la hace vulnerable a los riesgos

El FMI advierte de que el lento crecimiento de la economía mundial la hace vulnerable a los riesgos

El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la lentitud del crecimiento de la economía mundial hace que ésta sea más vulnerable a los riesgos existentes. En datos concretos publicados en la actualización de abril de su informe “Perspectivas de la economía Mundial” (World Economic Outlook, WEO), el FMI prevé un crecimiento de la economía mundial del 3,2% en 2016 y del 3,7% en 2017, lo que supone una revisión a la baja de 0,1% y 0,2% respectivamente, de las previsiones publicadas en enero.

Las estimaciones de crecimiento para las economías avanzadas también se reducen, situándose en 1,9% para 2016 y 2,0% para 2017 (0,2% y 0,1% menos, respectivamente, que en el informe de enero). En el caso de España, el FMI reduce una décima el crecimiento previsto para este año, hasta 2,6%, pero lo mantiene para el próximo en un 2,3% siendo, una vez más, el que más crece entre las economías desarrolladas y bien por encima de la media de la eurozona (1,5% en 2015 y 1,6% en 2016).

 

Para el conjunto de los países emergentes se mantiene una previsión de crecimiento moderado: 4,1% este año y 4,6% el próximo, pero sigue habiendo grandes diferencias entre las economías de India y el sureste asiático, con América Latina y África, debido a varios factores:

 

  • El descenso de los precios del petróleo y de las materias primas ha provocado una fuerte desaceleración de la economía en los países productores, en especial en los de América Latina, como Brasil, Venezuela o Colombia.
  • La segunda economía del mundo, China, también está sufriendo una desaceleración debido a su reorientación hacia un mercado de servicios y consumo.
  • También influyen negativamente las profundas recesiones en Brasil y Rusia y el débil crecimiento en algunos países de Oriente Medio fuertemente afectados por la intensificación de los conflictos y los riesgos para la seguridad.
  • Finalmente, el deterioro de las perspectivas de crecimiento en muchos países africanos debido a la desfavorable coyuntura internacional.

 

En esta coyuntura de débil crecimiento, se manifiestan como más pronunciados una serie de riesgos que podrían conducir a un menor crecimiento que el aquí estimado:

 

  • El retorno de las perturbaciones financieras, que merman la confianza. Por ejemplo, una nueva ronda de depreciaciones de las divisas de las economías emergentes podría perjudicar aún más los balances de las empresas, y un descenso pronunciado de las entradas de capitales podría obligar a la demanda interna a comprimirse rápidamente.
  • Si los precios del petróleo se mantienen bajos durante un período prolongado, las perspectivas de los países exportadores podrían seguir desestabilizándose.
  • Una desaceleración en China más marcada de lo esperado actualmente podría tener pronunciados efectos de contagio a nivel internacional por medio del comercio, los precios de las materias primas y la confianza, lo que podría llevar a una desaceleración más generalizada de la economía mundial.
  • Una serie de perturbaciones de origen no económico, sino derivadas de tensiones geopolíticas, desavenencias políticas, terrorismo, afluencias de refugiados o epidemias mundiales, acechan a algunos países y regiones, y si no se controlan, podrían tener repercusiones significativas en la actividad económica mundial.

 

Por el lado positivo, los bajos precios del petróleo pueden dar un mayor impulso a la demanda de los países importadores del mismo que el previsto actualmente, si se siembra entre los consumidores la idea de que estos precios seguirán más bajos durante más tiempo.

 

“Un nivel más bajo de crecimiento significa que hay menos margen para el error y la persistencia de un crecimiento lento deja secuelas que, de por sí, reducen el producto potencial y, por ende, la demanda y la inversión”, resume Maurice Obstfeld, consejero económico y director del Departamento de Estudios del FMI.

 

Para apuntalar el crecimiento mundial tanto a medio como a largo plazo es necesaria una combinación de políticas más enérgicas basadas en tres pilares: medidas estructurales, fiscales y monetarias, concluye Obstfeld.

 

Se puede consultar el informe del FMI completo y en inglés en el siguiente enlace.