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El Satika vuelve al Club de Mar tras dos años y ocho meses navegando alrededor del mundo

El Satika vuelve al Club de Mar tras dos años y ocho meses navegando alrededor del mundo

La embarcación de Thomas Meseck ha completado la vuelta al mundo participando en el OysterWorld Rally. “Ha sido una experiencia inolvidable”

El Satika, patroneado por el experimentado navegante suizo Thomas Meseck, ha vuelto al Club de Mar Mallorca tras 2 años y ocho meses de vuelta al mundo. En octubre de 2012 Meseck se embarcó en su primera vuelta al mundo a bordo de su Oyster 575 (18 metros de eslora) con una tripulación fija de tres personas.

“Es genial estar de vuelta. Es algo muy emotivo. Hemos pasado por muchas cosas a lo largo de todo este tiempo y ya tenía ganas de volver”, ha reconocido Meseck nada más pisar tierra en el pantalán del Club de Mar donde su mujer y algunos amigos le esperaban con dos botellas de champan francés para celebrar su regreso. “Dar la vuelta al mundo está lleno de experiencias inolvidables, como arribar a puerto en la Polinesia Francesa después de navegar más de 2.500 millas por el Pacífico Sur”, ha relatado Meseck.

Participando en la regata OysterWorld Rally, el Satika ha recorrido el globo saliendo de Palma de Mallorca y pasando por los destinos más apetecibles y paradisíacos del planeta. El primer destino de Meseck fueron las Islas Canarias. Después cruzó el Atlántico Norte hacia el Caribe y pasó por el canal de Panamá con rumbo a las Islas Galápagos. En su paso por el Pacífico recaló en la Polinesia Francesa y recorrió sus islas durante una temporada. De allí Meseck y su tripulación pusieron rumbo a las Islas Fiji antes de llegar a Australia. El siguiente alto en el camino lo realizaron en Indonesia antes de cruzar el océano Índico con la proa puesta en la costa africana. Tras doblar el cabo de Buena Esperanza, una de las esquinas del mundo, el Satika superó el anticiclón de Santa Helena y buscó el refugio de la costa brasileña antes de dirigirse al Car ibe, última parada antes de volver a Mallorca.

Ya en tierra, Meseck se ha mostrado muy contento con la recepción que ha tenido en el Club de Mar por parte de sus familiares, amigos y personal del puerto, y ha recalcado que después de dar la vuelta al mundo lo que quiere ahora es estar tranquilo y disfrutar de la isla. “No habrá una segunda vez, ahora toca descansar y ser feliz a bordo del Satika con los míos”, ha sentenciado.