Los efectos del cambio climático amenazan al sur de Europa

Sequías, inundaciones y aumento del nivel del mar tendrán efectos negativos en la agricultura, el turismo y las reservas naturales mediterráneas.

El sur de Europa es la región más amenazada por el cambio climático, según el informe que los expertos han elaborado a petición de la ONU. Sequías e inundaciones provocarán daños irreparables en la agricultura, turismo y medio ambiente mediterráneo. El norte de Europa, por contra, incluso tendrá beneficios. El cambio climático aumentará en el riesgo de inundaciones en Europa. En un nuevo informe titulado 'Cambio cllimático 2001: impactos, adaptación y vulnerabilidad', el grupo de expertos sobre evolución climática explica que el continente europeo deberá «adaptarse» al cambio climático para proteger su riqueza y su crecimiento demográfico.

La elevación de las temperaturas podría incluso tener «ciertos efectos positivos sobre la agricultura» en el norte del continente, y podría beneficiar en esta zona la afluencia de turistas. Por contra, traerá un mayor número de plagas meridionales en verano por el calor y la falta de agua. La productividad agrícula bajaría por contra en el este y el sur de Europa.

El alza de las temperaturas también aumentará en Europa en los próximos decenios el riesgo de inundaciones en buena parte del continente y de sequías severas en el sur, según las conclusiones del grupo de científicos que estudian, a petición de la ONU, el recalentamiento del planeta.

De una manera general, el sur del continente será mucho más «vulnerable» que el norte al recalentamiento y al aumento del nivel del mar. Esos peligros no han sido cifrados en el resumen del informe par ala ONU, que ha sido presentado esta mañana.

Más calor

Sin embargo, se ha estimado que durante el siglo XXI podría aumentar la temperaturas entre 0,1º y 0,4º cada decenio, lo que supondría una elevación del nivel del mar de 13 a 68 centímetros de aquí al año 2050.

«Los riesgos de inundaciones aumentarán en una gran parte de Europa por los desbordamientos de los ríos», estima el documento.

A la vez, la ausencia de lluvias habituales provocará cambios pluviométricos y del régimen de nieves, lo que disminuirá el cauce de los ríos. Las inundaciones serán más frecuentes en invierno que en primavera, y la presencia de agua bajará peligrosamente en verano en las regiones mediterráneas.

En las costas, el alza del nivel del mar «aumentará sustancialmente los riesgos de inundación y de erosión». Tendrá consecuencias sobre el urbanismo, la industria, el turismo, la agricultura y los espacios naturales».

En la montaña, las especies vegetales y animales emigrarán hacia en norte y ciertas especies podrían estar en peligro de extincion. «La mitad de los glaciares alpinos podría desaparecer de aquí al final del siglo», señalan los expertos.

Estas devastadoras conclusiones del informe han provocado la reacción inmediata de los grupos ecologistas.

«Es la primera vez que se ha dicho claramente que el cambio climático está en curso, que es debido a acciones humanas y que tiene consecuencias visibles sobre los ecosistemas», ha declarado Jennifer Morgan, responsable de cllima del Fondo Mundial por la Naturaleza (WWF). «Las proyecciones muestran que las cosas se agravarán en los próximos decenios», ha afirmado Morgan.

«El último informe señala que el cambio climático tiene ya en la actualidad consecuencias y además muestra riesgos importantes para el futuro en todos los continentes y amenazas para el desarrollo, especialmente en Africa», ha apuntado por su parte el director de clima de Greenpeace, Bill Hare.

El documento, según el responsable de Greenpeace, analiza esencialmente las consecuencias de un calentamiento del planeta limitado a algunos aspectos, dejando abierta la posibilidad de catástrofes mucho más graves en caso de que se produzca un aumento de las temperaturas.

Para las dos organizaciones ecologistas, una de las mayores amenazas puestas en evidencia por el nuevo documento es la posibilidad de «sucesos de gran amplitud con consecuencias irreversibles» que podrían comenzar a producirse ya durante el siglo XXI. Se apunta, por ejemplo, que el aumento de la temperatura podría trasformar la Europa occidental en una región ártica.