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A modo de orientación, y en general, las cañas más adecuadas para este tipo de pesca, son aquellas cuya longitud se sitúa en torno a los 3,5 m., y de una acción de unos 40 ó 60 gm., concentrada en la punta, de manera que resulte sensible a la picada, y al mismo tiempo que sea “durita”.
En este apartado cada cual tiene sus preferencias, pero la caña ha de ser “ligera”.
Con respecto al carrete no hay mucho que decir, tiene que contrapesar correctamente a la caña, rodar con suavidad y ser lo más potente posible, sin importar que no sea muy rápido.
Por último, el monofilamento adecuado se sitúa en un 0.25, pudiéndose reducir o aumentar, en función de si el lugar elegido tiene más o menos posibilidades de enganches.
El choco admite sedales coloreados y fluorescentes, muy útiles en la pesca nocturna.