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Iván Alonso y Alberto Díaz, en casa con un saco de medallas

Iván Alonso y Alberto Díaz, en casa con un saco de medallas

Iván Alonso y Alberto Díaz, los dos componentes del Kayak Tudense que participaron en la Regata del Río Negro, regresaron con las siete medallas logradas en otros tantos triunfos de etapa. Iván Alonso fue segundo en la clasificación general de K-1 sénior a ocho segundos de Pascual Orellana, mientras Alberto Díaz logró la victoria en K-1 máster por segunda vez consecutiva.

“Ha sido una experiencia increíble”, comentó Iván Alonso después de completar su primera participación en la regata de piragüismo más dura del mundo. Tenía previsto un recorrido de 274 kilómetros, reducidos finalmente a 214 debido a la suspensión de la etapa más larga por el fuerte viento. El palista de Tui desveló que “se vive una regata con un ambiente impresionante. Estoy dispuesto a repetir. Es como el Dakar pero en piragüismo”.

Ganó cuatro etapas pero no fue suficiente para alcanzar la primera posición en la clasificación final. La primera de ellas fue decisiva. Entró en el segundo puesto, pero Pascual Orellana adquirió una ventaja que después fue capaz de administrar.

Iván Alonso reconoció que “ese momento fue muy importante. Él conocía el río, la zona, las corrientes y se aprovechó. Yo era más rápido en las llegadas, pero no logré recuperar la desventaja”. No obstante, indicó que “para ser la primera vez es muy importante el segundo puesto en la clasificación general”.

El palista de Tui señaló que “las etapas son muy duras y exigentes. Muy largas y con muchos participantes. El río no tiene las mejores condiciones, pero es una lucha constante. Es una experiencia interesante”. Iván Alonso desveló que el intenso esfuerzo jugó también en su contra: “Allí es verano, con temperaturas que superan incluso los 40 grados. Ha sido un cambio muy brusco. Todos estos detalles influyen en una regata tan larga”, recalcó.

Iván Alonso está acostumbrado a disputar la prueba de maratón, que tiene un recorrido aproximado de 30 kilómetros. Las etapas en el río Negro eran más largas. “Había que dosificar el esfuerzo y estar atento a muchas cosas. No es sencillo en un recorrido tan largo. Siempre terminas muy cansado”, señaló.

Desde el primer día se produjo el duelo entre Pascual Orellana e Iván Alonso. El argentino fue décimo en el pasado Mundial de maratón disputado en Oklahoma, en el que el tudense fue segundo. Ambos se conocían. Orellana realizó una gran preparación la Regata de Río Negro, una de sus pruebas más importantes de toda la temporada. Además, contaba con la ventaja de conocer la zona. Iván Alonso reconoció que “nos marcamos mucho. Había una sana rivalidad. Fue un duelo intenso y muy deportivo”.

Alberto Díaz logró su segundo triunfo consecutivo en K-1 máster. El tudense acudía a la cita por tercera vez y volvió a sentir buenas sensaciones: “La primera etapa es un clave. Logré una buena diferencia y después tuve que dosificar. Es una competición en la que puede pasar cualquier cosa y perder tiempo. Por eso es importante tener experiencia”.

El palista del Kayak Tudense perdió tres minutos en la última jornada, pero eso no le impidió lograr la victoria en la general: “Me encontré mal y tuve que hacer un gran esfuerzo. Pero mereció la pena”. Al igual que Iván Alonso le recomienda a sus compañeros palistas que “deberían vivir esa experiencia si pueden. Es única”.

Los dos deportistas regresaron con sus medallas, pero sin los trofeos. Se los cedieron a la Asociación de Españoles de Viedma, un colectivo al que pertenecen emigrantes gallegos y sus familias. “Nos hicieron socios en agradecimiento por estar allí. Fue muy emotivo, tanto para nosotros como para ellos”, señaló Alberto Díaz.

Iván Alonso pudo acudir a esta cita gracias al apoyo de Decathlon, la tienda de deportes en la que trabaja, y que le concedió un permiso extraordinario. Alberto Díaz también tuvo el suyo en el colegio donde es profesor.