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El arte del diseño de las velas

Mike Schreiber (USA) y Patrick Mazuay (FRA), ambos diseñadores de velas, suman doce campañas de la America’s Cup. El equipo de veleros encabezado por Ian Pattison (GBR) y algunos de los tripulantes, como los trimmers Simon Daubney (NZL) y Lorenzo Mazza (ITA), son la fuerza detrás del desarrollo de las velas.

Ésta es la séptima campaña de Schreiber como diseñador principal de velas y lo que más le gusta de la America’s Cup es que “es diferente a otros trabajos de diseño o fabricación de velas. Aquí se crea algo distinto desde cero y como un equipo al completo”. Su primer contacto con la Copa fue en San Diego en 1983. Más tarde se unió a Dennis Connor para la edición de Fremantle y las tres siguientes. En 1995, con One Australia y en 2000 con America True, perfeccionó sus artes. Schreiber fichó por Alinghi en la campaña del año 2003 y es parte fundamental del equipo de diseño: “Mi trabajo consiste es usar mi propio conocimiento y las opiniones de los tripulantes y transformarlas en números. A partir de ahí creamos algo que nos hace movernos hacia delante”. Trabaja codo a codo con Mazuay, que empezó a trabajar en North Sails en Francia en 1989 y en su primera Copa en 1995. Más tarde se sumó a las filas del equipo suizo Fast2000 y a Alinghi en 2003: “Mike y yo llevamos a cabo simulaciones y diseño por ordenador; a veces en el túnel de viento y casi siempre en dinámica de fluidos por ordenador”. Es la razón por la cual pasan bastante tiempo en el agua. La intención es analizar todo lo que ocurre, como explica Mazuay: “Es un diálogo sin fin entre los tripulantes y los diseñadores y una búsqueda constante de la mejora”.

En la velería, Pattison y su equipo de veleros de varias nacionalidades son los encargados de las tareas alrededor del vestuario de Alinghi, que incluye recibir y terminar nuevas velas procedentes de la planta que 3DL tiene en Nevada, Estados Unidos; el mantenimiento y el pesado del inventario que se usará para la competición. Todo esto ocurre en periodo fuera de regatas. Cuando la competición comienza, los seis de la velería trabajan sin descanso para garantizar que las velas sean las correctas a la hora de salir a competir, pero no son los únicos que se preocupan: “Contamos con unos seis tripulantes que están totalmente involucrados en el programa de las velas. Son generalmente los trimmers”, cuenta Pattison.

Como en el resto de áreas entre los diseñadores de Alinghi, la compenetración entre el equipo de tripulantes y de diseño es esencial para el desarrollo de ideas y para escuchar las distintas impresiones. ¿Van por el buen camino? “Vamos hacia 2006 en una posición muy fuerte, con un equipo en forma y esperemos que nos vaya bien también este año”, comenta Pattison. Schreiber añade su opinión sobre los desafíos que se avecinan: “Sabemos que la competición va a ser dura. No participaremos en la Louis Vuitton así que tenemos que conseguir que nuestra competición interna sea igual de buena para mantenernos a su nivel”.

Algunos hechos sobre las velas:

· Alinghi saca una media de 40 ó 50 velas al día en uno de los barcos de apoyo en un día de regatas
· Al final de la campaña de 2003 Alinghi acumulaba un total de 250 velas
· La superficie vélica de una vela mayor es aproximadamente de 200 m2
· La superficie vélica de un génova es de entre 130 y 150 m2
· La superficie vélica de un espinaker es de entre 350 y 450 m2
· El peso de las velas se ha dividido por la mitad en los últimos 20 años