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Stand by, ready, go para la 33ª Copa América mientras los armadores a la greña

Stand by, ready, go para la 33ª Copa América mientras los armadores a la greña

La Copa América más atípica comienza este lunes en Valencia. Dimes y diretes de los protagonistas. La guerra entre Ernesto Bertarelli y Larry Ellison no tiene límites. Ayer, el dueño de Oracle sorprendió al anunciar que hoy no asistirá al acto organizado por el Consorcio y al que debía acudir junto al dueño de Alinghi en calidad de armadores -propietarios-.

La 33ª America's Cup ha tardado en llegar, pero tras años de litigio, el Match entre dos de los multicascos más extremos del mundo comenzará en pocos días.

Pero la tensión y el desencuentro, plagado de acusaciones veladas... entre los adinerados armadores continua, plantón incluido y con la excusa, lanzada en plena rueda de prensa, de que la organización le impide asistir acompañado de su director de equipo, Russell Coutts. El Consorcio, por su parte, desmintió anoche el "veto" y lo consideró una excusa para no compartir escenario con Bertarelli. Y es que a estos dos pastas les mola, el rollo suma más que un enfrentamiento. Algún día escribimos que se diesen de leches pero que nos dejasen tranquilos y disfrutando de una competición que consideramos de las más bonitas que se puedan dar en el agua.
Minutos antes, el suizo volvió a retar al estadounidense y le pidió que "navegara" para poder hablar con conocimiento de causa de la regata.
El dueño de Oracle, con cierta soberbia, no lo dudó a la hora de responder al vigente campeón: "No voy a subir al barco para no restar al grupo opciones de ganar". Y sonrió. Preguntado sobre qué prefería, si ganar la regata en el agua o en los tribunales, el cuarto hombre más rico del mundo según la lista Forbes, afirmó: "No tengo que elegir, puedo hacer las dos cosas". Bertarelli, por su parte, insistió en que ganar en el agua tiene "mucho más valor" que lograrlo en los tribunales y se comprometió a no demandar a su rival si pierde la regata.

Ernesto Bertarelli, elogió a su equipo en la rueda de prensa: “Lo mejor es que durante los últimos diez años he navegado con la misma gente y esto ha sido lo más importante de toda la experiencia. Tres campañas con prácticamente el mismo grupo hacen que cada día sea más interesante y más gratificante. El hecho de que el corazón del equipo permanecido desde el principio hace que esta campaña de la America's Cup sea más gratificante y yo no estaría donde estoy hoy sin todos los miembros de Alinghi. Llevaré la caña pero la compartiré con Loïck Peyron. Ninguno de los dos podría hacer nuestro trabajo correctamente sin el resto del equipo a bordo”.

Respecto a los presupuestos y al costoso proceso legal, las visiones de los dos dueños también difiere. Bertarelli calificó de "costosísima" esta edición, mientras Ellison -ante la sorpresa de los más de 300 periodistas congregados en la base de Oracle- lo calificó como "capricho", le quitó importancia y sólo dijo que "el tenis me cuesta más barato".

 

Alinghi ha diseñado y construido Alinghi 5, un catamarán de 90 pies en eslora de flotación que alcanza 110 pies en total, con un mástil que se eleva a la altura de un edificio equivalente a 17 plantas sobre los tripulantes y que se asienta en una base del tamaño de una pelota de tenis. El barco ha requerido 100.000 horas de trabajo de construcción y tiene sus raíces en la herencia suiza de multicascos por la que Suiza es conocida. “El diseño y construcción de Alinghi 5 ha sido una inmensa tarea en un margen de tiempo tan corto y los diseñadores y miembros del equipo de tierra han llevado a cabo un trabajo extraordinario con este barco. Tenemos delante a un oponente temible; James Spithill es un tripulante estupendo y su barco es todo un reconocimiento a su equipo de diseño. Hablo por todos nosotros cuando digo que tenemos muchas ganas de salir a competir y de que el deporte vuelva al agua, que es donde pertenece”, dijo el patrón del equipo y cuádruple ganador de la America's Cup, Brad Butterworth.

El vencedor dará a conocer la sede de la próxima edición. Y a pesar de los esfuerzos de las instituciones valencianas por repetir, Valencia pierde fuerza.
Si el dueño del Alinghi, Ernesto Bertarelli, ya renunció a comprometerse con la ciudad, ayer le tocó el turno a Larry Ellison.

Ellison reculó en su afirmación sobre que si gana Oracle la 34 edición se celebrará en Valencia. El compromiso alcanzado con el Rey en julio de 2007 queda, según anunció, en agua de borrajas. El magnate no quiso pronunciarse: "Ahora sólo pensamos en la competición y luego ya veremos qué pasa".
La misma respuesta dio cuando le preguntaron si esta 33ª Copa terminará cuando acabe la batalla en el agua. La última demanda que el Oracle interpuso en los tribunales, a cuenta de la procedencia de las velas del Alinghi, se revisará cuando haya acabado la regata, según decisión de la juez que lleva el caso. Y a juzgar por la contestación de Ellison, si pierden el duelo en el mar, la guerra por la Jarra de las Cien Guineas continuará en los tribunales. No piensan, al menos no de momento, retirar la demanda.
Y se quedó tan pancho a pesar de que varios periodistas le insistieron. Y es que Ellison, que ayer se dejó ver por primera vez en Valencia, se exhibió en su comparencia como un tipo prepotente y arrogante. En este aspecto, sí le gana y mucho a Bertarelli.