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Últimas horas del Telefónica Azul en Quingdao

Mañana sábado el “Telefónica azul” partirá de Qingdao (China) hacia Rio de Janeiro (Brasil) para disputar la etapa más esperada de la Vuelta al Mundo, la del paso por el mítico Cabo de Hornos y en esta ocasión, además, la más larga de la historia de la Volvo Ocean Race.

Por delante, el “Telefónica azul” tiene más 12.300 millas en las “vamos a tener todas las condiciones que hemos vivido hasta ahora en una misma etapa; una etapa muy larga y muy dura”, apuntaba Pablo Arrarte, trimmer del barco español. Pero no sólo eso, sino que para su compañero Xabi Fernández, ésta será también la etapa “tácticamente más difícil porque vamos a tener que tomar decisiones a muy largo plazo. Esto se traducirá en que en algunos momentos parecerá que vamos muy mal y en otros muy bien, pero no será una visión realista”.

Ésta es la etapa que más puntos pone en juego de las 10 que componen esta edición de la Volvo Ocean Race: un total de 16 puntos distribuidos en dos metas volantes y los puntos correspondientes al final de la etapa. La primera meta volante situada en los 36º Sur, justo al Norte de Auckland (Nueva Zelanda), y la segunda en Cabo de Hornos (Chile).

A esto hay que añadir las puertas de seguridad, que no afectan a la puntuación pero sí al recorrido que los barcos pueden realizar. Pero no será hasta que alcancen el 10º Sur cuando la organización desvele dónde estarán situados exactamente estos puntos: “Eso significa que conoceremos los puntos de seguridad después de quince días navegando y hasta ese momento no sabremos qué límites tenemos y hasta dónde podemos llegar en dirección Sur”, explicaba Íker Martínez, patrón del “Telefónica azul”.

En el equipo español esperan tener dos o tres días después de la salida “viento bastante bueno, por lo que podríamos llegar a tener unos días de travesía bastante largos”, indicaba Martínez. A partir de ahí parece que empezarán los vientos variables hasta que la flota llegue al Ecuador y pase entonces al Hemisferio Sur. “En este momento incluso podemos encontrarnos con dos zonas de calma. Aquí es donde, evidentemente, se van a marcar las mayores diferencias de millas entre los barcos, y al salir de esta zona la flota volverá a estirarse”, continuaba comentando el vasco, bimedallista olímpico de la clase 49er.

Empezarán a ir hacia el Sur y llegará de nuevo el frío. Martínez afirmaba: “Serán diez días de condiciones muy duras, con mucho frío, con viento muy duro y ahí es donde más vamos a sufrir”.

Paso por el mítico Cabo de Hornos
Uno de los momentos más esperados será el paso por Cabo de Hornos, uno de los hitos principales de las rutas de navegación muy conocido también por ser sus aguas particularmente peligrosas, debido a sus fuertes vientos, oleaje y la presencia de icebergs.

Para algunos será la primera vez, como para Pablo Arrarte: “Siempre escuchas hablar de ese momento, y hace un año y medio veía a la gente que lo hacía y pensaba: ‘¡qué locura! Y ahora resulta que, si todo va bien, voy a estar yo ahí. Es un de mis sueños”.

Para Íker Martínez, con la llegada de la flota al Cabo las posiciones estarán ya bastante definidas de cara la llegada, a no ser que “pasemos todos muy juntos, que entonces es evidente que pueden llegar a cambiar las puestos, pero yo creo que el paso será muy parecido a la llegada en meta”.

A partir de ahí, el “Telefónica azul” tendrá que subir hasta Rio de Janeiro. “Será una sensación de alivio ya que a partir de ahí piensas que todo lo que viene es mejor, incluido el calor”, comentaba el campeón olímpico, a lo que añadía: “Lo cierto es que el viento no es más estable porque coges tormentas y demás, pero simplemente el que vaya subiendo la temperatura después de haber estado tantos días con viento duro es una sensación muy agradable”.

Rueda de prensa previa a la salida
Como es habitual en la regata, el día antes de la salida se reunía a un representante de cada equipo para la rueda de prensa ante los medios locales e internacionales desplazados a Qingdao. Esta vez, sólo cinco personas en la mesa y entre ellas el capitán del equipo español Telefónica, Bouwe Bekking.

Tras su lesión en la espalda en la cuarta etapa, muchos se preguntaban si Bekking estaría recuperado para la más larga esta edición. Y así ha sido: “Afortunadamente estoy recuperado. Como dije cuando llegamos aquí, ésta es una etapa muy larga y no puedes tener a alguien abajo porque necesitas todas las manos en cubierta. Estoy preparado al cien por cien para salir mañana”.

David Vera, primeras y últimas horas en China
Quién también está al cien por cien es el canario David Vera, piano del “Telefónica negro” que llegaba ayer a Qingdao y sustuitá al lesionado Pepe Ribes. “Estoy muy contento de venir porque esta etapa es la más importante de la Volvo y sobre todo porque vamos a pasar Cabo de Hornos. Estoy encantado con la oportunidad de venir y también de poder ayudar al ‘Telefónica azul’. Siento la situación de Pepe porque es un regatista con mucha experiencia, muy válido en el barco y uno de los puntos fuertes del barco”.

Tras hacer todas las etapas disputadas hasta el momento en el “Telefónica negro” con prácticamente los mismos compañeros, Vera tendrá que adaptarse cuanto antes a su “casa” durante los próximos 40 días, aunque el canario no se muestra demasiado preocupado a este respecto: “El barco es igual al ‘Telefónica negro’, así que para adaptarme no creo que haya mucha diferencia y con respecto a mis compañeros de equipo seguro que tampoco, ya estuvimos en Alicante navegando juntos y nos conocemos”.

Sin embargo para David Vera lo más duro no será estar tantos días en el mar, ni el frío de Océano Sur, ni la comida liofilizada. Lo más duro será “hacer la etapa reina sin mis compañeros del “Telefónica negro”, me hacía mucha ilusión estar con ellos aquí”.

Mañana a las 13:00 hora local (06:00 hora española), el “Telefónica azul” saldrá hacia Rio de Janeiro. Pocas horas quedan y poco por hacer antes de emprender la marcha. Arrarte lo describía muy bien: “Cenar bien, dormir bien por última vez y listos para salir”.