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El Crucero Santanderino comenzó la temporada de otoño con un nuevo desfile

El Crucero Santanderino comenzó la temporada de otoño con un nuevo desfile

A pesar de la magnífica tarde de Nordeste que la jornada había regalado a la Vela, los cruceros han comenzado la temporada con un nuevo desfile, esta vez sobre un recorrido costero que no aporta nada a la competición, y que además incumple los acuerdos tomados por la flota, al no poder acortarse para las clases de menor eslora.

Los participantes de la clase crucero, que después de casi un mes de inactividad, en la jornada de hoy comenzaban la andadura de otoño Invierno, cuando se encontraba tomando la salida desde el Club para realizar un recorrido costero, en nº 9 del programa de regata, se han quedado atónitos la ver como la embarcación del Comité de regatas se dirigía al Sardinero, y tras ella lo hacían los J80, no alcanzando a comprender cuál es la causa que los cruceros, en esta jornada, no realizasen un recorrido al viento, con salida desde la motora en el abra del Sardinero, lo que no interfiere para nada la competición de los J80 y se vena relegados, una vez más a realizar un recorrido que no aporta nada a la competición, sino únicamente a las polares de los barcos participantes

 

En la tirada han participado 10 tripulaciones, de las cuales, tan solo tres pertenecían al RCMS, navegando en esta jornada una embarcación en la clase II, una embarcación en la Clase III y ocho de la clase Club.

La tirada consistió en un auténtico desfile de barcos, con salida en el Club, desde se llegaba en un desacuartelar a la primera baliza, que se encontraba fondeada a la altura del pueblo de Somo, para desde ella navegar a un través cerrado en demanda de la segunda baliza, que estaba fondeada a barlovento de la salida de los J80, navegando a continuación en una ceñida de dos bordo a la tercera baliza, desde donde se navegó de aleta, con spy, aunque no lo izaron la mayoría de los participantes, para tras trabuchar en la baliza, finalizar el último tramo nuevamente de aleta por la otra amura , concluyendo con ello el desfile en el que se convirtió la tirada.

 

Es incomprensible que teniendo la clase Crucero del Marítimo la mejor tripulación del norte de España, no se navegue en el Abra siempre que el comité salga a dar regatas a esas aguas, lo que por otra parte hace tiempo que se acordó por la flota con el Club, y que pocas veces se realiza, con lo que la preparación técnica de las tripulaciones deja mucho que desear, y sobre todo se perjudica a las tripulaciones que son punteras en el Cantábrico.

 

Por otra parte la organización de la clase Club deja mucho que desear, metiendo a todos los participantes que navegan en esta clase, en un mismo saco, sin distinción de esloras, con lo que es imposible de compaginar la compensación entre los barcos, ya que nada tiene que ver un barco de más de cuarenta pies, con uno de menos de 18, con lo que la compensación entre estos es imposible, y los resultados son irreales. Lo mismo que existen distintas clase para los barcos con IRC, también deben existir distintas categorías en la clase Club, lo que es fundamental que se haga si se quiere potenciar al crucero y sacarle de la situación en la que se encuentra.

 

La clasificación de esta tirada ha sido:

 

Clase Club: 1º Mushungu, 2º Gabriele Onofre, 3º Unico, 4º Martina´s. 5º Vincentur, 6º Galua, 7º Brio, 8º Txantxiku

 

Clase III: 1º Izaro segundo

 

Clase II: 1º Yamamay

 


 

J.F.M.J.O.