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Relato de un superviviente del Fátima

Índice del artículo

  1. Palangrero gallego Fátima, hundido a 160 millas al oeste de Lisboa
  2. Relato de un superviviente del Fátima

Las olas rompieron uno de los dos remos con los que los marineros intentaron llegar hasta sus compañeros
Los cuatro supervivientes del «Fátima» vieron como el bote que ocupaban seis de sus compañeros fue golpeado por las antenas del barco y caían al agua sin chalecos. Francisco Durán, uno de los supervivientes, narró ayer desde el «Zim Pacific» el trágico momento que vivieron cuando el mar partió uno de los dos remos de su bote en el momento en el que intentaban desesperadamente rescatar a los seis hombres que luchaban con olas de cuatro metros. Sólo el patrón llevaba chaleco, pero no llegó a saltar del barco.

El guardés Francisco Durán narró vía telefónica la trágica odisea del palangrero vigués y confirmó que tanto él como los otros tres supervivientes viajan hacia Canadá en perfecto estado físico -aunque no psíquico-, y excelentemente atendidos por la tripulación del mercante israelí Zim Pacific.

«Estábamos faenando y hacía bastante viento, aunque ya habíamos trabajado en peores condiciones. Entró un golpe de mar por la proa y el barco quedó clavado de proa hacia el fondo; después vinieron otros dos o tres golpes de mar seguidos y se descompensó; el pasillo quedó completamente inundado, se quemaron las bombas de achique y, con todo el peso del agua que llevaba adelante, el barco escoró», explicó el tripulante. Añadió que «no nos dio tiempo ni a coger los chalecos ni a nada; salimos todos para arriba y echamos enseguida las balsas; fue justo para lo único que nos dio tiempo».

Durán confirmó que cada una de las dos balsas estaban a los costados del palangrero y explicó que cuando salió a cubierta «en una balsa ya estaban seis personas y en la nuestra sólo había un compañero; faltábamos por subir yo, el capitán y dos marineros más que estaban a mi lado». La tragedia llegó en ese instante: «estaban en la balsa, pero al escorar el barco se metió debajo de las antenas y llevó un golpe muy fuerte; cayeron todos al mar y se agarraron a lo que pudieron».

Los cuatro supervivientes intentaron entonces lo imposible desde su bote, con la frustración de comprobar que el mar era más fuerte que ellos. «Nosotros, desde la otra balsa, no pudimos hacer nada; no pudimos salvar a nadie; intentamos llegar a remo; nuestra balsa tenía dos remos, pero uno se rompió y el viento nos llevaba...», se lamentó.

Durán indicó que el patrón era el único de los once tripulantes que llegó a ponerse el chaleco salvavidas, pero «no lo vimos salir del barco y desde que subimos a la balsa no volvimos a verlo más».

Un largo silencio fue la única respuesta a la pregunta de si tenían esperanzas de que apareciese con vida alguno de los siete desaparecidos.

Las autoridades portuguesas decidieron poner fin a la búsqueda de los marineros desaparecidos en el naufragio del pesquero español 'Fátima', que se hundió el jueves a unos 230 kilómetros al noroeste de Lisboa, según fuentes oficiales.

Fuentes del Centro Coordinador de Búsqueda y Salvamento Marítimos (MRCC) señalaron que un avión de la empresa Transportes Aéreos de Portugal (TAP) supuestamente había avistado una segunda balsa, un salvavidas y otros restos del pesquero español, a las 10.40, hora española. Agregaron que un avión de la Fuerza Aérea Portuguesa y una corbeta realizaron operaciones de búsqueda de esta segunda balsa sin resultado alguno y ya se retiraron de la zona.

El pesquero español 'Fátima' llevaba 11 tripulantes, 4 de los cuales fueron rescatados de una balsa por el buque mercante israelí «Zim Pacific». El cadáver de otro apareció ayer, viernes, amarrado a una boya.

El buque israelí se dirige hacia Halifax (Nueva Escocia, Canadá), aunque una fuente militar informó ayer de que se procuraría trasladar a los supervivientes en un helicóptero a las Islas Azores.