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El Equipo de Regatas ONO pone rumbo a Cartagena para participar en el Trofeo Región de Murcia MedCup TP52

El Equipo de Regatas ONO pone rumbo a Cartagena para participar en el Trofeo Región de Murcia MedCup TP52

Iñaki Castañer: “A bordo de un TP52 las matemáticas son fundamentales, los números cantan y la lectura de la electrónica debe se compatible con la estrategia”
La clase paraliza su evolución a la espera de mejores tiempos

El Equipo de Regatas ONO, con base en Puerto Banús, patroneado por el mundialista Iñaki Castañer, pone rumbo a Cartagena para participar en el Trofeo Región de Murcia del Circuito Internacional MedCup TP52, que se disputará entre el 25 y el 29 de agosto. El TP52 ONO afronta la penúltima prueba del circuito con la misma ilusión con la que empezó la temporada, y con ganas de conseguir los mejores puestos. La competición a bordo de un TP52, indica Iñaki Castañer, tiene mucho que ver con las matemáticas “los números cantan y la lectura de la electrónica debe compatibilizarse con la mejor estrategia”. La clase mira ya hacia el futuro y ha optado por ‘paralizar’ su evolución durante dos años a la espera de mejores tiempos.
Cartagena comienza a vestirse de largo para acoger la tercera prueba española del Circuito Internacional MedCup TP52, el Trofeo Región de Murcia, que se disputará entre los días se disputará entre los días 25 y 29 de agosto, y donde el TP52 ONO volverá a trabajar a fondo para conseguir su mejor clasificación.

La navegación a bordo del TP52 ONO

Como el resto de la unidades del circuito TP52, el ONO, de Iñaki Castañer es un barco construido por y para ganar, para surcar las aguas y enfrentarse a condiciones de viento capaces de impulsar al barco entre los 4 y los 30 nudos, con sus mejores prestaciones. Para quien desconozca la estructura del TP52 o esté acostumbrado a navegar en cruceros de menor eslora, la primera sensación al subir a un TP52 es de amplitud. Su superficie, totalmente diáfana, da la sensación de que su espacio es casi como un campo de fútbol, pero como en este deporte, cada milímetro de ese espacio tiene una función definida, y cada tripulante, su espacio predeterminado.

La navegación a bordo del TP52 ONO en día de regata, comienza mucho antes de la hora oficial de salida.

La tripulación del TP52 ONO al mando de Iñaki Castañer, aprovecha el margen de tiempo previo para mantener una reunión en cubierta donde se analiza la jornada del día anterior, las maniobras, los aciertos, los fallos, el comportamiento de las velas y los datos de la electrónica, la elección de bordos, y las dudas con el reglamento de regatas en las maniobras con otros contendientes que han podido despertar las dudas del equipo.

Después es el momento de izar las velas, primero la mayor, y luego el génova. Los primeros bordos y la información meteorológica son fundamentales para comprobar el funcionamiento de las velas, y la respuesta del barco.

Iñaki Castañer: “A bordo de un TP52 las matemáticas son fundamentales, los números cantan y la lectura de la electrónica debe compatibilizarse con la mejor estrategia. Medimos la respuesta del barco, el viento real y el aparente, la respuesta del barco en cada bordo con arreglo a los números óptimos de velocidad que debemos conseguir, y tensamos las velas hasta conseguir estos resultados ajustando la mayor o menor ‘bolsa’ de la superficie vélica con arreglo a los vientos a los que nos enfrentamos”.

El entrenamiento previo continúa con la subida del Spi y las comprobaciones en cuanto a la capacidad de maniobra del barco.

Después se bajan las velas (todas menos la mayor), se pliegan, se seleccionan las que se van a utilizar en regata y se aligera el barco de todos aquellos elementos prescindibles que no forman parte de la unidad.

El TP52 está preparado para que comience el procedimiento de salida.
A partir de entonces, comienza la hora de la verdad. El TP52 ONO, como el resto de las unidades, tomará nota de la posición de las balizas, del recorrido y de los tiempos del procedimiento d e salida, para intentar escoger y mantener el mejor punto de la línea de salida.

Iñaki Castañer: “Esta es una unidad muy rápida, muy ligera, que responde mejor con vientos de más de 10 nudos. El equipo está muy coordinado, y responde como una sola persona en cada maniobra, pero tenemos que ser realistas y admitir también que es uno de los barcos más antiguos de la flota, y eso significa que, aunque las reglas de la clase no cambien, la evolución de las nuevas unidades les da una punta de velocidad que nos supera en igualdad de condiciones. Nuestra estrategia depende mucho de que acertemos la salida y podamos optar con viento libre por el mejor bordo, para intentar mantener nuestra posición ante la amenaza de la potencia de las nuevas unidades. Cuando vamos por delante sufrimos mucho intentando no perder puestos y que la potencia de los otros barcos no amenace nuestra estrategia impidiéndonos maniobrar. Cuando no hemos conseguido situarnos bien dentro de la flota, tenemos que buscar alternativas más arriesgadas en el campo de regatas para poder recuperar posiciones, y esto a veces nos pasa factura. Cuando analizas los resultados de la prueba muchas veces simplemente llegas a la conclusión de que nos han ganado por que andan más, son más rápidos, pero también hay pruebas en las que hemos conseguido pasarlos, y quedar por delante ”

“No olvidar que competimos contra los mejores regatistas del ámbito internacional, y cada puesto que ganamos en este circuito tiene un enorme valor. Tenemos un gran equipo y somos capaces de batirnos en el mejor circuito. Tenemos que mantener una actitud positiva”.

La clase congela su fórmula
La clase TP52, en la que navega el ONO, ha congelado la fórmula de la clase durante dos años, hasta el 2011. Con esta decisión se intenta mantener el valor de estas unidades en el mar, en cumplimiento de la filosofía que inspiró su nacimiento hace ahora cuatro años. Los objetivos fueron claros: competir en barcos similares, en tiempo real, y evitar que los sucesivos cambios en la fórmula de los barcos obligara a los armadores a cambiar de barco cada año para poder seguir siendo competitivos. Esto significa, que las pautas por las que se construyen los Tp52 no cambiarán, aunque como siempre ocurre, los ingenieros navales podrán evolucionar en sus líneas pero sin salirse de la regla.

Se desestiman con ello peticiones como la de eliminar la cabina superior de los barcos, o acercar su diseño a los de los clase América, como se había sugerido.

Otros temas que condicionarán el futuro del circuito a corto plazo, será la recuperación de la clase Corinthian, es decir, de navegantes amateurs, donde se puedan limitar aparejos como el número de velas. Esta opción sin embargo no dará solución a los problemas de presupuesto de muchas unidades, ya que la designación de la clase se realiza en función del patrón, y se ha dado el caso de barcos con tripulaciones de Copa América, cuyo patrón, en teoría no es profesional, que competirían dentro de esta designación.

Para el año que viene se ha estimado un circuito internacional de 5 pruebas, de las que, en principio,solo 2 se realizarían en territorio español.