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Conceptos básicos para la compra de una embarcación a motor

Siempre hay aspectos más importantes en el momento de tomar la decisión de adquirir un barco a motor. La cocina, las tapicerías etc, son aspectos sin duda interesantes pues condicionan la comodidad a bordo; sin embargo, hay aspectos más trascendentes, que conviene tener presentes a la hora de escoger nuestra embarcación.

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Se tilda a los navegantes a motor de limitar su interés a la potencia de los motores, al consumo o a las dimensiones para el amarre, pero tanto los conceptos técnicos como los de confort y seguridad están ligados a otros básicos que configuran toda la vida futura del barco. Si los diseñadores y astilleros invierten buena parte de su tiempo y dinero en desarrollar y perfeccionar sus modelos, bueno será que los futuros armadores conozcan las características más importantes, y las ventajas e inconvenientes del barco de sus sueños.

Lo primero que conviene decidir es el tipo de barco que se quiere comprar.
Parece una perogrullada, pero para algunos no es tan obvia.
Algún vendedor nos ha comentado que en más de una ocasión se ha encontrado con clientes

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que le preguntaban al mismo tiempo por un barco para pescar y por un velero de dos palos... ¿En qué quedamos?

Lanchas, pequeñas cabinadas, cabinadas, cruceros y barcos para la pesca.
Estos podrían ser los cinco grupos básicos de cualquier manual, con subclases o modelos que adaptan elementos de varios programas.

Una lancha es una embarcación eminentemente deportiva, casco de planeo, veloz, con poca habitabilidad y que, por lo tanto, se utilizará básicamente en navegaciones diurnas y deportes náuticos. Admite toda clase de propulsiones y sus dimensiones máximas no suelen ser superiores a los 30 pies de eslora.
La pequeña cabin

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ada: incorpora espacio para poder navegar durante un fin de semana y pernoctar a bordo. La "pequeña cabina" debe contar con el equipamiento necesario para que al menos dos personas puedan pasar la noche a bordo con relativa comodidad. Son básicos el cuarto de aseo y la cocina. Cuando la cabina es más grande, con capacidad para cuatro o más personas, entramos de lleno en el terreno de las cabinadas. Algunos astilleros las llaman también open, para diferenciarlas de otros modelos con superestructura cerrada. Si el barco tiene fiybridge se le supone una mayor habitabilidad y la posibilidad de navegar durante más millas sin repostar, se le supone una mayor capacidad de crucero.
En realidad la frontera que separa la cabinada del crucero es muy teórica, pues existen cabinadas muy grandes, con una gran capacidad de crucero y todas las comodidades interiores, así como barcos muy pequeños con flybridge.
La afición generada en torno a la pesca ha hecho que proliferasen los barcos destinados a este deporte hasta el punto de merecer un apartado propio pero, en realidad, un barco de pesca solo se diferencia de cualquiera de los apartados anteriores por su equipamiento particular.