Oracle descubre sus cartas y anúnciar que va a competir con el trimarán

Una incógnita más de la 33 Copa América se desveló ayer en Nueva York. La vista que se celebró en la Corte Suprema sirvió para que el BMW Oracle reconociera ante el estrado que el barco con el que competirá en la regata de Ras al Jaima será el BOR-90.
La cita ante la juez Kornreich se saldó con el importante anuncio que, probablemente, iba a hacer hoy Larry Ellison en San Diego. Oracle no está construyendo otro barco en Estados Unidos y competirá con su ya modificado trimarán ante el catamarán del defensor suizo. Las dos armas ya están sobre la mesa. El duelo está claro. Aunque los desafiantes volverán a pasar su velero por el astillero para hacerle nuevas modificaciones y que sea más efectivo en unas condiciones como las que tiene el país árabe.
Los suizos expondrán un velero perfecto para vientos ligeros y poco mar mientras que los americanos se presentarán el 8 de febrero con el trimarán con el que entrenan desde el año pasado en aguas de Seattle y San Diego. La ventaja que tienen los norteamericanos es que llevan más tiempo trabajando con el barco y conocen mucho mejor que los suizos las prestaciones que les puede dar en el agua.
La reunión con la juez de ayer no aportó mucha más luz. Tras varias horas de defensas y de testimonios de expertos se concluyó que Oracle debería mostrar el certificado de su barco cuando hubieran hecho las modificaciones necesarias. Kornreich, tras oír a las dos partes, dijo que en los próximos días emitirá una nueva orden en la que dejará claro cuándo los americanos deben presentar el certificado de medición.
La juez también le vino a decir al sindicato de Ellison que su barco debía medir 90 pies de eslora por otros tantos de manga. Y que la medición no se podía ir hacia abajo aunque los de San Francisco defiende que en el Deed of Gift no se habla de medidas justas sino de medidas máximas.
Oracle le dijo a la juez que no puede presentar todavía el certificado ya que deben realizar modificaciones en el velero para ceñirse a las exigencias de la regla.
De lo que no se habló ayer en Nueva York es de si el BMW Oracle presenta una nueva demanda por la elección de la sede. Los americanos llevan ya casi una semana pensándose si aceptan la ciudad propuesta por los suizos o le piden a la juez que intervenga, de nuevo, para dar luz al asunto. Mientras hoy Oracle hace una fiesta pública en San Diego para mostrar a los californianos su velero y les invitan a navegar junto a ellos en aguas el Pacífico.
Fuente: Las Provincias. J. Aguadé