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Jordi Calafat. La clave ahora está en las islas Fidji

Jordi Calafat. La clave ahora está en las islas Fidji

Jordi Calafat afronta como jefe de guardia del “Telefónica azul” la etapa más larga de la historia de la Volvo Ocean Race. En su primera Vuelta al Mundo, el mallorquín ya ha podido saborear el éxito a bordo del barco español. Ahora, y cuando el “Telefónica azul” se encuentra remontando posiciones - ya está a 100 millas del líder y a tan sólo 50 de los puestos de podio - Jordi Calafat describe las opciones de los españoles antes de llegar al temido Océano Pacífico Sur.

Lo primero es lo primero, ¿cómo se encuentran después de diez días navegando?
La cosa va bien aquí. Estamos con viento medio, poca mar y bastante secos desde hace dos días. Seguimos bien la verdad, intentando acortar distancias con los de delante.

Se hablaba de lo desconocido de este comienzo de etapa para la flota. Finalmente ¿cómo ha sido el paso por el Ecuador?
La zona de los Doldrums ha pasado, y al final ha sido menos de lo que esperábamos. Sabíamos que no iba a ser como en la primera etapa o en la segunda, pero al final nos ha servido para recortar bastantes millas. Lo importante era salir de esta zona y que la cabeza de la flota no volviera a alejarse, y así ha sido: hemos recortado casi 90 millas.

¿Cuáles son las posibilidades del “Telefónica azul” a partir de ahora?
A partir de ahora tendremos un par de días de poco viento y ahí habrá más cosas que hacer, pero sobre todo tenemos que centrarnos en llevar muy bien el barco y elegir por dónde quieres pasar las islas Fidji.

Poco a poco vamos acortando millas con los líderes. Necesitamos un poco de suerte, pero si encontramos alguna opción vamos a cogerla, por supuesto, y si nos dan un dedo vamos a coger la mano. Necesitamos tener la suerte de coger esa opción que todavía no ha llegado. Hemos dado el primer estironcito, pero necesitamos algo más para poder cogerles: unas condiciones más favorables y que se queden un poco más encalmados. Pero bueno, una vez lleguemos al Sur esas distancias no serán tantas y habrá otro tipo de problemas y al final ochenta millas de ventaja serán sólo cuatro horas… Todavía queda mucho.

¿Ha sorprendido la decisión del “Green Dragon”? En los partes es el único barco que ha optado por un camino totalmente diferente al de los demás.
El “Green Dragon” ha apostado por ir un poco más hacia arriba, tan desesperado fue el paso por los Doldrums o puede ser que haya apostado por lo que viene ahora ya que entre mañana y pasado tendremos otro punto de transición. Habrá que ver qué pasa, pero hasta ahora no hemos tenido grandes opciones.

Desde que salimos de Qingdao ha sido una carrera de caballos porque dependía más del viento que de nosotros mismos; siempre hemos ido en línea más o menos recta. Como se esperaba, la flota se ha comprimido al llegar a los Doldrums y ahora se estira un poco, pero muy poco.

Después de una semana de través, empapados y a velocidades altísimas, ¿cómo han recibido el cambio de condiciones?
Desde que salimos de Qingdao (China) hasta hace un par de día hemos tenido al bombero fuera con la manguera preparada, y la verdad es que hemos acabado hasta el gorro, o mejor dicho, hasta el casco. Tienes que llevar el casco puesto todo el día, con lo cual no puedes hablar con nadie cuando estás fuera y siempre mojado. Acabas bastante cansado, así que el humor del personal ha mejorado porque la cosa ha calmado un poco, ha salido el sol y ya no estamos tan mojados. Estamos de buen humor.

Como todo, esas condiciones tan duras tiene su parte positiva y navegando así hacemos 400 millas al día. Pero no voy a mentir, acabas harto de tantos rociones de agua. Han sido siete días buceando.

Suponemos que en estos momento de tranquilidad han aprovechado más el tiempo. ¿Qué han podido hacer que en otras condiciones hubiera sido complicado?
Ayer y anteayer hemos tenido oportunidad de darnos una duchita, ha salido el sol y ha calmado el viento, hemos secado un poco el barco y lo hemos ordenado un poco. No es que el barco estuviera en malas condiciones, pero como es lógico había un poco de desorden después de tantos días navegando a tanta velocidad. Ahora está todo adecentado, tenemos nuestros descansos de seis horas y la verdad es que se agradecen porque puedes aprovechar para mandar mails, llamar por teléfono un poquito… En las condiciones de la semana pasada aquello era irse para cama a descansar y nada más.