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Jornada en blanco en la 2ª tirada del santanderino Bancaja de cruceros al desaparecer una de las boyas

Jornada en blanco en la 2ª tirada del santanderino Bancaja de cruceros al desaparecer una de las boyas

La jornada de hoy ha completado el paso del ecuador del trofeo Bancaja para la clase Cruceros, esta regata tenia hoy una puntuación doble, al existir una meta volante en el paso de la tercera baliza del recorrido, con lo que la jornada proporcionaba doble posibilidad de puntuar a los participantes

En esta ocasión fueron 11 las tripulaciones que tomaron parte en la regata, seis de la clase I y 5 de la clase II. Clases que resultan de las dimensiones de las embarcaciones y que para nada tienen que ver con la calidad de las tripulaciones que las marinan, lo que si ocurre en otro tipo de embarcaciones, donde lo que prima es este ultimo concepto.

En el crucero lo que determina la división por clases es el valor del certificado de Medición, que depende única y exclusivamente de las características de las embarcaciones, siendo la mayoría de la veces imposible el comparar unas embarcaciones con otras, por lo que los sistemas de compensación determinan que las clases naveguen separadas, cosa que debía hacerse siempre por cuestión fundamentalmente de seguridad de los propios participantes y en base a las grandes diferencias de maniobrabilidad de los distintos tipos que toman parte en las regatas de la clase crucero.

El Comité para la ocasión determino el recorrido nº 7 del programa de regatas, insistiendo una vez mas en instalar una baliza de desmarque en las inmediaciones de la Comandancia de Marina, lo que representa una gran complicación para los participantes, que al final son los que sufren las consecuencias de estas decisiones.

El viento a la hora de la regata soplaba del Norte-Noroeste con fuertes rachas, que pasaban de los 15 a los 22 nudos en cuestión de segundos, lo que suponía un difícil control de la embarcación cuando las rachas les afectaba.

Como consecuencia de la salida de un mercante, el comité aplazo el procedimiento hasta que la canal estuvo libre, comenzando con la señal de atención una vez que el mercante rebaso la baliza nº 5 de la canal.

La salida fue valida a la primera haciendo con ventaja los del Gabriela Onofre y los del Yamamay. Pronto los barcos grandes, como consecuencia de las roladas, se mezclaron con los que habían salido en cabeza, y el corto recorrido hasta la baliza de desmarque hizo que la flota llegase a ella en un pañuelo.

En las cercanías de la baliza, las rachas sufrían unas roladas de mas de 40 grados, lo que hacia imposible calcular con seguridad los cruces, poniendo en riesgo de abordaje a varias tripulaciones, afortunadamente los del Co Yemaya engancharon la baliza y se la llevaron a remolque por debajo del agua mientra seguia navegando a barlovento sin conseguir desengancharla, dejando a la flota que le seguia estupefacta sin localizarla durante varios minutos, por lo que se monto un descontrol importante cuando toda la flota estaba a escasos metros de la boya en la maniobra de montarla.

Así las cosas los participante viraron sobre el lugar donde estaba la marca y encararon la navegación hacia la segunda baliza del recorrido, que estaba al nordeste de Mouro. Cuando los del Co Yemaya consiguieron desnganchar la rabiza de la baliza, esta volvio a flotar a muchos metros a barlovento de su lugar original de fondeo.La navegación se realizo en popa en el interior de la bahía, en donde toda la flota, a excepción del Yamamay que se había distanciado mucho, navego en un pañuelo. Las posiciones comenzaron a aclararse tras la pasada de la Horadada, en donde hubo que arriar los spys y comenzar a navegar a un descuartelar. El paso por la boya dos le realizo en cabeza la tripulación del Yamamay, seguida muy de lejos por la del Co Yemaya, y después Murphy, Marieta, Karen, Gabriel Onofre y Salen, mas retrasados el resto de participantes.

La navegación hacia la baliza que hacia las funciones de meta volante y que estaba fondeada en la ensenada de los Moliduchos se realizo en una ceñida a rabiar con grandes olas del NW. En este tramo destacaron los del Gabriela Onofre que con su 26 pies se impuso a barcos más grandes.

En la popa de vuelta a la baliza 2 las posiciones se mantuvieron. Lo mismo ocurrió en la entrada a la bahía en donde estaba situada en final de la prueba en donde lo mas complicado era el remontar la fuerte marea vaciante

La regata ha sido protestada por los participantes que han tomado parte en la misma como consecuencia de la desaparición de la baliza de desmarque, baliza que solo consigue crear problemas, cuando su única función debía de ser todo lo contrario, el evitarlos y que cuya consecuencia ha sido la perdida de toda una jornada por este incidente