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Mal comienzo de la clase crucero santanderina. Sin viento no hay regata

Mal comienzo de la clase crucero santanderina. Sin viento no hay regata

Solo dos tripulaciones, de las 16 que participaban, llegaron a montar la baliza de barlovento, mientras el resto de la misma apenas llegó a la de desmarque.

Tal y como estaba cantado, la escasez del viento obligó a suspender la tirada, cuando se llevaban casi dos horas de navegación sin poder haber realizado la mitad del recorrido, con la que daba comienzo a la temporada de la clase crucero

Con un parte que no preveía más de 4 nudos para la tarde del sábado, y tras una mañana que había cumplido con lo previsto; a la hora programada para el comienzo, el viento a duras penas oscilaba entre los 4,5 y 5 nudos.

A pesar de que para la temporada 2020 se acordó que no se daría la salida para las regatas de crucero con menos de 5 nudos, hoy al crucero se les han intentado dar un evento con unas condiciones con las que la competición, y la navegación, era inviable.

Las regatas no consisten en dar la salida cuando las condiciones de viento no llegan a ser las mínimas para poder competir a la espera que las condiciones mejoren después de la salida, para que la regata se pueda terminar, menos aun cuando los partes meteorológicos no contemplan mejoras en las condiciones a lo largo de la jornada; cuando las condicione son como las que reinaban el sábado, lo mejor es dar un aplazamiento, y si las condiciones no mejoran suspender la competición; eso antes que tener a los deportistas flotando durante horas en unas condiciones imposibles para competir.

Pasadas las 1535 se dio la salida con una condiciones lamentables para poder regatear, con un viento inestable que no alcanzaba los 5 nudos, y que además traía grandes pozos en los que apenas soplaba una ligera brisa, que a los que les afectaban les hacía complicado el control del rumbo; de hecho la mayoría de la flota se quedó atrapada en las proximidades de la línea de salida como consecuencia de la fuerte corriente entrante y el escasísimo viento que en esos momentos soplaba sobre la bahía santanderina.

Para la ocasión se estableció un nuevo recorrido, que tampoco aporta nada para la mejora de la flota, el 9.6, en el que desde la salida se navegó en un desacuartelar hasta la baliza nº 1, situada en la zona de Somo; tramo en que los primeros de la flota tardaron en navegarle casi una hora, no llegando a tomarla las tripulaciones que navegaban más rezagadas; siendo penoso el escuchar por la radio, cada poco, que la intensidad del viento oscilaba entre uno a tres nudos, pasando por la calma

La baliza nº 2 estaba situada al 040º y a dos millas de la nº 1. En este tramo, la navegación fue penosa como consecuencia de la caída de la intensidad del viento, que llegó a encalmarse completamente, con lo que los barcos comenzaron a retirarse tras la suspensión de la prueba, con lo que la temporada del crucero no ha podido aun dar comienzo.

J.F.M.J.O.