Portada ›› Náutica ›› Clubes-Puertos Dep. ›› El Consell exige retirar los barcos del puerto deportivo de Calpe

El Consell exige retirar los barcos del puerto deportivo de Calpe

La Generalitat justifica su decisión con el estado ruinoso en el que se encuentra el dique

El dique de abrigo del puerto deportivo de Calpe, en el que los temporales en más de una ocasión abrieron brecha, sufre un evidente deterioro. El tramo de la bocana está cerrado con vallas. Su superficie de hormigón está erosionada. En el resto de la escollera, que debe proteger las embarcaciones, también se observan los estragos del mar. La concesionaria Acitur Bahía, a la que el Consell desalojó el pasado 25 de febrero, no reforzó este dique con piedras de escollera, sino que lo hizo con materiales menos consistentes. El oleaje se ha tragado este rompeola de rocas. La escollera es rebasable por los temporales y las embarcaciones (varias de ellas al seco) están expuestas a sufrir daños.
El Consell, al cerrar Puerto Blanco (así se llama esta dársena construida en 1983 en el litoral sur calpino) a la navegación, esgrimió su deterioro y subrayó que el arranque del dique de abrigo «presenta una pérdida de escollera que amenaza ruina».De ahí que ahora la conselleria de Infraestructuras se afane en exigir a los propietarios de embarcaciones que las retiren cuanto antes.
En el casco de todos los barcos, la conselleria ha colocado pegatinas para comunicar a sus dueños que deben pasarse por las oficinas del portuarias de Calp . Puerto Blanco no reúne ahora mismo unas «condiciones mínimas de seguridad». Un temporal podría pasar por encima de la escollera y echar a pique las embarcaciones.

La mayoría de los propietarios de embarcacionea amarradas se resisten. Todavía quedan en el agua decenas de barcos. Afirman que pagaron a la empresa que explotaba las instalaciones el alquilar del atraque en la mayoría de los casos para todo el actual año. Han creado una plataforma de afectados. Plantean reclamar daños y perjuicios a Acintur Bahía y exigirle que les devuelva las cuotas que han pagado por un amarre que ahora tienen que abandonar a toda prisa.