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Suspendida la regata de cruceros en la bahía de Santander

Suspendida la regata de cruceros en la bahía de Santander

Una vez más la designación del recorrido marco la jornada a la jornada de la clase Crucero, en la que las 9 tripulaciones participantes en la tirada de la regata social, vieron como el estafo de la mar les hacía poco menos que imposible el concluir la regata dentro del tiempo límite.

Con un viento muy escaso del cuarto cuadrante, que tenía una fuerte tendencia a rolar, entre el primer y tercer cuadrante, el comité determino el recorrido nº 7, 6 del programa. Esta variante del recorrido n7 prevé que la segunda baliza del recorrido este a un rumbo y un distancia determinada de la baliza nº 1, en principio se pretende que este al viento con respecto a la baliza nº 1, pero como ha ocurrido en la mayoría de las veces que se ha realizado este recorrido, el segundo tramo nunca coincide con una navegación al viento.
La marea, a la hora de la salida, se encontraba bajando, lo que facilito la navegación en el primer tramo de la regata, supliendo, con creces, la fuerte marea la poca intensidad del viento que soplaba en esos instantes. Durante la salida de la bahía la flota tuvo que realizar varias trabuchadas como consecuencia de la inestabilidad del viento.
Una vez fuera de puntas, la mar, que a pesar del escaso viento, pero como consecuencia de los fuertes vientos que han soplado principio de semana en el Cantábrico y que ha producido olas de mas de 7 metros de altura, venia con una altura de unos 2 metros y un periodo muy pequeño, hacia muy difícil el poder pasarla, pero sobre todo el poder localizar la bandera de la baliza de caña, por lo que las decisiones a tomar para realizar el recorrido estuvieron marcadas por la incertidumbre a la hora de tomarlas, cosa que no parece importar en demasía a los organizadores. A esto hubo que añadir, a la altura de la Isla de Mouro una fuerte rolada a la izquierda de más de 60 grados, la que produjo una ruptura de la flota dividiéndola en dos grupos, uno formado por el Yamamay, el Murphy, el Saudade, el Salen III y el Gabriela Onofre, que con gran dificultad consiguieron hacer navegar a sus embarcaciones en esta complicadas condiciones ,y otro, en el que encontraban el Mecaguen, el Kirios, el Don Juan y el Karen V a los que les fue imposible el salir de la trampa en que habían caído, de este grupo, después de más 50 minutos de lucha contra la ola, el Mecaguen y el Kirios, pudieron navegar nuevamente el recorrido, esfuerzo que les sirvió de poco.
Cuando el grupo de cabeza había rebasado la baliza nº 1 y encaraba, con gran dificultad, la navegación en demanda de la entrada, en la que tendría que luchar con el escaso viento reinante con la fuerte corriente vaciante que les esperaba en la bahía, el comité decidió la suspensión de la prueba.
Es una pena que el esfuerzo realizado por los deportistas no se vea compensado con una designación más acorde a las condiciones metereoligicas reinantes en el momento de la competición, ya que de entre la gran cantidad de recorridos con los que cuenta el programa, de seguro hay alguno que se ajusta a estas, consiguiendo de esta forma que este esfuerzo no sea baldío.

J.F.M.J.