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El estudio “BEER-HIIT” demuestra que 10 semanas de entrenamiento HIIT mejoran la composición corporal

I Congreso Sobre Actividad Física, Deporte Y Nutrición, que se celebra en Valencia el 28 y 29 de febrero
El nuevo estudio “BEER-HIIT” demuestra que 10 semanas de entrenamiento HIIT mejoran la composición corporal y este efecto positivo no se ve afectado por la ingesta moderada de cerveza

El objetivo de la presente investigación ha sido determinar si el consumo moderado de cerveza afecta, por su contenido en alcohol, la respuesta a un programa de entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT), todo ello en condiciones de consumo y entrenamiento parecidas a la vida real
Se trata del primer estudio en la literatura científica que investiga la influencia del consumo habitual de cerveza en la respuesta psico-fisiológica a un programa de entrenamiento de estas características1
La evidencia científica derivada de esta investigación demuestra que la mejora en la composición corporal que ocasiona esta forma de entrenamiento y que se caracteriza por un descenso de la cantidad de grasa y un aumento de la cantidad de músculo, no se ve influenciada por la ingesta moderada habitual de cerveza
Tampoco se ha observado que dicha ingesta influencie la distribución de la grasa en la zona visceral o el área abdominal, la popularmente conocida como barriga cervecera1

Valencia, 28 de febrero de 2020. En el marco del I Congreso Sobre Actividad Física, Deporte Y Nutrición que se celebra en Valencia los días 28 y 29 de febrero, el Dr. Manuel Castillo, catedrático de Fisiología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada presenta hoy las conclusiones del estudio BEER-HIIT “Beer or Ethanol Effects on the Body Composition Response to High-Intensity Interval Training”, una investigación científica centrada en analizar los efectos del consumo moderado de cerveza o etanol en personas que se someten a un entrenamiento de alta intensidad (HIIT).

Entre las principales conclusiones del estudio, el Dr. Castillo destaca “los resultados obtenidos en nuestra investigación muestran que un programa HIIT de 10 semanas no cambia el peso pero mejora significativamente la composición corporal al disminuir la masa grasa y aumentar la masa magra en adultos sanos. Estos efectos positivos no se ven influenciados por la ingesta de cerveza, o su equivalente en alcohol, en cantidades moderadas. Además, la ingesta de cerveza o su equivalente en alcohol, durante el ejercicio, no afecta a la distribución de la grasa corporal.”

Resultados de la primera investigación científica que analiza la influencia de la cerveza en la respuesta psico-fisiológica a un programa de entrenamiento intensivo 1,2

El entrenamiento interválico de alta intensidad y bajo volumen (HIIT, del inglés High Intensity Interval Training), es una forma novedosa de entrenamiento particularmente efectiva y eficiente dado que consigue resultados con menos inversión de tiempo. Por su parte, la cerveza es una de las bebidas más consumidas y la primera con contenido alcohólico. Su consumo acompañando una comida, o después del ejercicio, es una práctica habitual para muchas personas físicamente activas y también es algo característico en muchos deportes.

En relación a esto el especialista afirma “sin embargo, dicha ingesta puede ser cuestionada por su contenido en etanol. Hasta el momento, no existían estudios en la literatura científica que investigasen la influencia que pudiese tener la ingesta habitual de cerveza en la respuesta psico-fisiológica a un programa de entrenamiento intensivo.” Por ello, el Dr. Castillo afirma que este estudio se ha centrado en analizar los efectos del consumo moderado de cerveza o etanol en este grupo de personas.

La evidencia científica derivada de esta investigación demuestra que la mejora en la composición corporal que ocasiona esta forma de entrenamiento y que se caracteriza por un descenso de la cantidad de grasa y un aumento de la cantidad de músculo, no se ve influenciada por la ingesta habitual de cerveza. Tampoco se ha observado que dicha ingesta influencie la distribución de la grasa en la zona visceral o el área abdominal, la popularmente conocida como “barriga cervecera”.

Tras presentar los resultados del estudio, el Dr. Castillo remarca la necesidad de ser prudentes con el consumo de alcohol, no excederse de lo que es una cantidad moderada y si la preferencia es la ingesta de cerveza “la posibilidad que nos brinda esta bebida de consumirla también sin alcohol, siendo esta opción un tipo de bebida particularmente interesante desde el punto de vista nutricional cuando se practican ejercicios altamente demandantes.”
Acerca del estudio BEER HIIT1
Investigación científica centrada en determinar el efecto que tiene el consumo habitual y moderado de cerveza, y su contenido en alcohol en adultos sanos, en la respuesta a un programa HIIT, en condiciones de consumo y entrenamiento parecidas a la vida real. Se estudian los efectos sobre condición física, composición corporal, habilidades psico-cinéticas, variables psico-cognitivas, tolerancia al estrés y calidad del sueño. El estudio realizado estudia a una muestra de 73 voluntarios sanos (35 mujeres, 38 hombres), de 18-40 años, que se evaluaron antes y después de someterse a 10 semanas de HIIT. Tras comprobar que reunían los criterios de inclusión, tenían que decidir si estaban, o no, dispuestos a someterse a un programa de entrenamiento muy demandante, como es el HIIT. Los no dispuestos integrarían un grupo control de no-entrenamiento. A los que sí estaban dispuestos a entrenar se les pidió que eligieran si estaban dispuestos a ingerir todos los días, de lunes a viernes, una cantidad moderada de alcohol, o no. Los que sí estaban dispuestos a ingerir alcohol se distribuyeron de forma aleatoria en dos grupos, un grupo debía ingerir cerveza (330 ml con la comida y 330 ml con la cena en el caso de los hombres, y 330 ml con la cena en el caso de las mujeres), otro grupo recibiría la misma cantidad de alcohol y el mismo volumen de líquido (vodka en agua con gas). Los que eligieron no beber alcohol se distribuyeron de manera aleatoria en un grupo que ingeriría cerveza sin alcohol o agua con gas. Esta forma de distribución de los participantes se realizó atendiendo a criterios éticos.

No sólo se han investigado los efectos del entrenamiento de alta intensidad sobre el peso, la composición corporal o la distribución de la grasa, también se ha estudiado el cambio en el nivel de condición física. Para ello se ha medido el consumo de oxígeno tras una prueba de esfuerzo de carácter máximo realizada en tapiz rodante. También se ha medido el cambio en la fuerza de prensión manual mediante dinamometría y la fuerza explosiva de piernas en sus distintas variedades. Estos resultados han sido analizados y se presentarán algunos datos preliminares, encontrándose en redacción el correspondiente estudio científico. También se han estudiado una serie de pruebas psico-cinéticas y tests psico-cognitivos enfocadas a estudiar tanto el efecto del entrenamiento o si éste podía verse influenciado por la ingesta de cerveza o su contenido en alcohol. La cantidad de pruebas realizadas y la complejidad del diseño experimental ha hecho aconsejable la elaboración de una publicación científica que describiera de manera específica el protocolo experimental utilizado, lo cual permitirá a quien lo desee replicar el protocolo y verificar los resultados.