Portada ›› Piragüismo ›› Aguas Bravas ›› Samu Hernanz a las puertas de la gloria

Samu Hernanz a las puertas de la gloria

Samu Hernanz a las puertas de la gloria

El podio de la categoría de K-1 ha sido comandado por el italiano Molmenti con 93.43, plata para Hradilek con 94.78 y bronce para Aigner con 94.92.

Todo pintaba muy bien en Lee Valley. Samuel Hernanz, una buena semifinal. "Tengo los antebrazos deshechos" le comentaba a su entrenador al finalizar la prueba. En un par de horas la prueba definitiva y todos los aficionados a este deporte, más bien toda España pendiente de lo que a eso de las 16:20, la gran final este palista del San Sebastiás, francés que prefirió competir co España, manejase las olas y la corriente del circuito británico.

No pudo ser, una corriente le frena en un remonte, un pequeño pero grave error, que le dejo sin medalla y le situó 5º de su categoría el K-1. Su competición buenisima hasta el malo momento. Mala suerte pues estaba haciendo una bajada impecable, en el primer punto de cronometraje mejoraba el tiempo del que sería plata, Hradile. Pero en una de las zonas más complicadas con fuerte ola y corriente tomo mal la entrada con la condiguiente pérdida de 3 segundo en el remonte, 3 segundos insalvables y justo la diferencia de Samu y la medallas.

 

En las semifinales de K1 masculino hasta 3 de los 15 palistas iban a penalizar. Algún favorito en las apuestas se caían de la cabeza de lista. como el nº 2 del mundo Daille (Fra). El mejor tiempo lo marcó una máquina en esto de las aguas bravas, el esloveno Peter Kauzer con una penalización 96.02. Samu dio una lección de táctica, sin forzar al principio en la parte más dura mostró el gran palista que es estando al nivel del favorito Kauzer. Al final Samu marcó un tiempo de 97.18 que le acreditaba con el 4º mejor tiempo y por tanto le daba el pase a la gran final de la tarde.

 

Mañana turno para la última bala del piragüismo en slalom, Maialen Chourraut disputa las semifinales y si se clasifica la final de K-1. Mucha suerte para ella, que el canal de Lee Valley nos debe una medalla,