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Por primera vez sacan agua dulce del fondo del mar

Un manantial submarino será explotado por primera vez en la historia haciendo subir 120 litros por segundo de agua dulce a la superficie, con una presión de doce atmósferas. Una sociedad francesa ha comenzado los trabajos en la Riviera Ligur, donde comienza la famosa Costa Azul mediterránea, y en seis meses el agua potable venida del fondo del mar podría ser conectada con los acueductos de Ventimiglia, en Italia, y Menton, en Francia.

Los trabajos son seguidos con grandes expectativas en una Europa asediada en este verano boreal por calores y sequías extraordinarias, que ya han causado daños por casi diez mil millones de dólares.

A 450 metros de las playas del cabo Mórtola y a 36 metros de profundidad se encuentra el manantial de agua dulce conocido como Polla Rovereto. Allí está trabajando la nave oceanográfica francesa Minibex de la sociedad Nymphea Water, que ha plantado una estructura de tubos para captar la surgente submarina.

Recién dentro de seis meses, cuando concluyan los estudios y experimentos, se sabrá si vale la pena explotar económicamente el manantial. Si el agua dulce extraída es suficiente también alimentará el acueducto de la ciudad italiana de San Remo.

El alcalde de Ventimiglia, Giorgio Valfré, dijo que el origen del manantial se remonta a la era cuaternaria. El agua dulce desciende hasta el fondo del mar desde el vecino monte Grammondo, que tiene 1200 metros de altitud.

La noticia ha atraído una gran cantidad de periodistas y operadores, entre ellos los de la ya célebre televisión Al Jazeera, equivalente a la norteamericana CNN en el mundo árabe. Muchos países árabes padecen un crónico déficit de agua. Los técnicos franceses esperan que los países pobres de agua dulce sean conquistados por la nueva tecnología. "En los fondos marinos hay muchos manantiales que pueden ser explotados", dijeron.

En Italia las altas temperaturas de los últimos dos meses, que llegan a niveles insoportables, con índices de sensación térmica de hasta 45 grados, han provocado la peor sequía que se recuerde en dos siglos.

Sobre todo en el norte, en la zona del río Po, las aguas han descendido a niveles inéditos, provocando la pérdida de enteras cosechas y la paralización de las centrales eléctricas que necesitan grandes cantidades de agua para refrigerar las usinas.

El gobierno decidió que de los lagos de montaña regulados con diques se envíen diariamente unos dos millones de toneladas cúbicas de agua por día, pero los técnicos informaron que siguen faltando cuatro millones.

Si en setiembre no comienza a llover en forma abundante será declarado el estado de calamidad natural.

Italia está preparando un ambicioso plan para aumentar los abastecimientos de agua que tendrá un costo de 60 mil millones de dólares en los próximos 26 años.

Como la famosa bota de la península italiana constituye un formidable portaaviones natural en el Mediterráneo y el Adriático, se espera que en los 8.000 kilómetros de costas marítimas que rodean a Italia sean ubicados suficientes manantiales submarinos para ayudar a paliar la escasez de agua.

De allí que a la experiencia del manantial de cabo Mórtola, en la zona de la Riviera Ligur y la Costa Azul, se le asigne una particular importancia.