Plentzia y Gorliz, con la ría como eje

Gorliz es el municipio vizcaino con el mayor número de horas de sol. Su situación y orientación propician su microclima que permite disfrutar en todos los sentidos, tanto en lo histórico y patrimonial, con elementos como: el Sanatorio Marino, primer edificio del Estado construido con hormigón armado; la bahía; el paseo marítimo; las dunas petrificadas de 6.000 años y únicas en la costa vasca; los monumentos al Doctor Areilza y Laureano de Jado; los itinerarios ecológicos por los 4 kilómetros de costa con acantilados y miradores; las ruinas del fortín de Azkorriaga del siglo XVIII; el faro de Gorliz en el cabo de Billano; la isla de Billano; la iglesia de la Purísima Concepción; la Ermita de Andra Mari… Todo esto y más aderezado con una prolífica agenda de eventos culturales y deportivos y una oferta de restauración y alojamiento para todos los gustos y bolsillos.

Este enclave único para la tranquilidad tiene su continuación en la vecina Plentzia. A los atractivos que goza la población vecina su puerto deportivo se suma en los paseos, creando un bello telón de fondo con sus verdes y limpias aguas las embarcaciones fondeadas a lo largo de su reposado camino hacia la mar.

Plentzia es más, no solo es naturaleza. Sus estrechas calles del casco histórico guardan historia y cultura de Euskadi. Descubrirlo es constatar su riqueza patrimonial con edificaciones tanto populares, marineras o palaciegas. Para muetra la Iglesia de María Magdalena, el Museo Municipal Plasentia de Butrón o la casa Torre Barri, donde el escudo de armas de la familia Muxica-Butron guarda una de las escrituras sobre piedra más antiguas en euskera datada en 1603. Otro elemento de gran valor histórico es el arco de Santiago ya que es el único resto de la muralla medieval que ha perdurado hasta la actualidad.

La ría, nexo de unión, es inigualable para el turismo activo, la pesca, el submarinismo, vela, surf...
Sin duda un prolífico catálogo que no debemos obviar en nuestra visita a Bizkaia.