Playa de Las Teresitas. Santa Cruz de Tenerife

Situada a ocho kilómetros de Santa Cruz de Tenerife, en la costa noreste de la isla, sus aguas cristalinas, arena suave y dorada y palmeras, no tiene nada que envidiar a las playas del Caribe.
En los años sesenta, esta playa se cubrió de arena importada del Sáhara. Un arrecife artificial y dos rompeolas protegen las aguas de las corrientes oceánicas.
Aunque la encuentres algo concurrida los fines de semana, es la playa más emblemática de Santa Cruz de Tenerife, por su popularidad entre lugareños y turistas, la atmósfera sigue siendo bastante relajada.
Elige un buen sitio a la sombra y contempla las vistas del macizo de Anaga, que rodea la playa. Quizá te apetezca participar en una de las clases de yoga o aeróbic que se organizan con regularidad. O puedes alquilar equipo de buceo o snorkel y echar un vistazo al arrecife de la playa y a los peces de colores que la habitan.
Después, puedes dar un paseo por la suave arena, en la que es difícil encontrar rocas o piedras. La tranquilidad del oleaje, gracias a la instalación de diques que atenúan las olas, la convierten en una opción ideal para pasar el día en familia y pasear por la orilla.
Y para comer, ¿por qué no visitar el cercano pueblo de San Andrés? Situado en el extremo sur de Las Teresitas, esta tranquila localidad pesquera cuenta con varias marisquerías excelentes. Te recomendamos probar el pescado o marisco fresco acompañado de guarniciones tradicionales canarias como las papas arrugas y el mojo picón.
Se puede llegar en autobús o dejar el coche en el aparcamiento detrás de las palmeras, en la parte posterior de la playa.
Cuenta con todos los servicios a pie de playa (duchas, vigilancia, acceso para minusválidos…), y además, podrás combinar tu refrescante baño con un aperitivo en los chiringuitos de la playa.