Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria

En el otro extremo de la ciudad, en el lado oriental, está el antiguo barrio de Las Palmas, conocido como el barrio de Vegueta, con más de 500 años de historia.
Fue el primer lugar de las Islas Canarias conquistado por las tropas de Castilla en 1478. Algunos años más tarde, Cristóbal Colón caminó por esas calles cuando estaba en la isla.
De esta visita, sigue siendo la Casa de Colón, un complejo arquitectónico colonial en el que se encuentra la antigua Casa de los Gobernadores de la isla.

Colón vino a pedir ayuda para su primer viaje a América (1492).

A pocos metros se destaca la catedral, una plaza con palmeras abiertas (Plaza Mayor de Santa Ana), el Museo Canario y el Mercado Principal de Vegueta.
Las calles estrechas de Vegueta invitan a los visitantes a perderse, a pasear entre los bares de tapas y lugares donde se sirven deliciosas muestras de la cocina local.
Nadie puede salir de las Islas Canarias sin probar las papas arrugadas con la salsa de mojo roja o verde (mojo picón).

En el cercano barrio de Triana, la Casa Museo fue el hogar de otra personalidad local famosa, el escritor Benito Pérez Galdos.
Triana es también el mejor lugar para ir de compras por la ciudad. La "guagua turística" que circula Las Palmas también pasa por esas calles.

En el centro de la ciudad pasará por la Ciudad Jardín, popularmente conocida como el Barrio de los Ingleses, donde las casas de delegados de las navieras británicas que se instalaron en el puerto de Las Palmas en el siglo XIX solía reunirse. También era el barrio favorito de Agatha Christie cuando estaba en la isla.

La isla de Gran Canaria

Con su contorno casi circular, Gran Canaria es una montaña volcánica que se eleva desde el mar hasta casi 2.000 metros de altura. Desde la parte central de la isla, donde se encuentra el pico de los Pozos de la Nieve, los acantilados bajan hacia la costa en todas direcciones. Los mismos acantilados que aparecen cubiertos por densos pinares de pino canario, un gran árbol que tiene la particularidad de resistir a los incendios forestales. El interior del árbol no se quema, por lo que crece de nuevo después de un incendio. Una estrategia muy útil en el entorno volcánico en el que crece.

Uno de los picos más fotografiados de Gran Canaria es el Roque Nublo, una curiosa formación rocosa en forma de dedo. Detrás del roque, como fondo hacia el oeste, la gran silueta del Teide se puede ver desde aquí y desde otros pocos lugares. Es un mirador extraordinario. Como dicen en las Islas Canarias "El Teide está en Tenerife pero se ve mejor desde Gran Canaria".
La Caldera de Tirajana y su vista desde el mirador de Tejeda, es una de las vistas más gratificantes de la isla. En las cumbres de Gran Canaria, hay otros miradores principales, especialmente los que se encuentran en la cima de los acantilados, conocidos aquí con el nombre de degolladas. Algunos de ellos son la Caldera de los Marteles, la Degollada Becerras, la Degollada de las Palomas, la Degollada de las Yeguas, etc.

Un recorrido por la isla, aunque sólo por unas pocas horas debido a la brevedad impuesta por la escala de cruceros, es suficiente para disfrutar de la cantidad y variedad de paisajes que Gran Canaria ofrece. Por esta razón, la isla se llama el "continente miniatura".

En el norte de la isla, hay tres sitios que son los lugares más destacados y imperdibles: Agaete, Arucas y Teror.
Agaete es una ciudad costera rodeada de altas montañas y costas acantiladas que tienen algunas de las playas más bellas.
Sus asombrosas casas del valle, en la parte superior, el mayor bosque de pinos de Gran Canaria (parque natural de Tamadaba). Arucas y Agaete son dos de los mejores ejemplos arquitectónicos de la isla.

Las grandes plantaciones de sabrosos plátanos dominan Arucas, que está a sólo 12 kilómetros de la capital.

La enorme iglesia de San Juan Bautista (1909), abierta a la Plaza de San Juan, destaca un patrimonio histórico y artístico de gran valor, ya que fue esculpido en la roca volcánica de Arucas. Alrededor de la Plaza de la Constitución se encuentran las Casas Consistoriales, la Casa de la Cultura (magnífico ejemplo de la tradición canaria se del siglo XVII) con patio y balcones. La Casa y el Jardín de la Marquesa de Arucas son también una necesidad para un paseo por el centro histórico de la ciudad. Por último, la Fábrica y el Museo del Ron de Arehucas, donde se hace el ron canario más famoso.

Un poco más arriba, el municipio de Teror se encuentra, otra ciudad encantadora para pasear, cámara alrededor del cuello. Las calles adoquinadas con fachadas de colores y balcones de madera forman un núcleo histórico y monumental. La Basílica de Teror (1717) alberga la Virgen del Pino (patrona de las Islas Canarias). Alrededor de este edificio religioso, el centro histórico de la ciudad se ha extendido. Igualmente interesante, la pintoresca plaza de Teror, el Monasterio del Císter (Monasterio cisterciense) y el tradicional Mercadillo de artesanía y productos gastronómicos locales que tiene lugar todos los domingos alrededor de la basílica.

Además de Teror, San Bartolomé de Tirajana y La Aldea de San Nicolás, son los mejores ejemplos de arquitectura rural tradicional en Gran Canaria.

A medio camino entre Maspalomas y Las Palmas, se encuentra Agüimes y el hermoso barranco de Guayadeque donde permanecen, como en el tiempo de los primeros pobladores de la isla, las casas de las cavernas. En el barranco, hay cientos de cuevas con gran legado arqueológico de los aborígenes. Cerca de la salida del barranco, se encuentra Pozo Izquierdo, uno de los principales enclaves del circuito internacional de Windsurf.

Pero la parte más visitada de Gran Canaria es el sur, donde el sol brilla todo el año. Allá, entre paisajes mucho más desérticos que en el norte, una amplia gama de "mar y sol" se extiende hoteles.

Maspalomas, la famosa Playa del Inglés, Puerto Rico y Meloneras son sin duda su alto estándar global. Largas playas, grandes ofertas de ocio y el sol como el mejor compañero de viaje, forman la bandera turística, que atrae cada año a millones de turistas.

Muchos de estos visitantes llegan a conocer el secreto mejor guardado de la isla, el Puerto de Mogán, auténtica postal costera. Sus pequeños canales de agua salada, los veleros y los yates, las terrazas con encanto para sentarse, comer o disfrutar de un aperitivo, sus balcones llenos de flores, la playa segura ... probablemente el puerto deportivo más bonito de las Islas Canarias. La joya de la corona de Gran Canaria es definitivamente otra postal, en este paraíso natural, la que se forma por los kilómetros y kilómetros de finas dunas de arena dorada al final de Maspalomas.

Un mar de dunas que termina en el histórico faro de Maspalomas construido en 1861 para guiar las rutas entre Europa y América.
Las dunas de Maspalomas son uno de los campos de dunas más grandes de Europa. Entre las ondulaciones de arena, formadas cada día por el viento,
Maspalomas le espera para visitar el pequeño oasis rodeado de palmeras.