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No se liberarán salmones transgénicos en aguas abiertas

En su reunión anual, realizada en Mondáriz, Galicia, los representantes de todos los estados miembros de la Organización para la Conservación del Salmón del Atlántico Norte: EE.UU., Unión Europea, Canadá, Rusia, Noruega, Islandia, Islas Faeroe y Groenlandia confirmaron su compromiso para no permitir la liberación de salmones modificados genéticamente en aguas abiertas. Greenpeace se felicita por esta clara respuesta ante la primera solicitud mundial para comercializar salmones alterados genéticamente de rápido crecimiento.

En los prolegómenos de la reunión, tanto Estados Unidos como Canadá sugirieron que NASCO debería revisar sus directrices sobre el salmón transgénico, adoptadas en 1997, donde se prohibía la cría de salmones transgénicos en tanques en el océano o en aguas poco profundas, debido al peligro que esto representa para los salmones naturales y el medio ambiente. La Dirección de Alimentos y Medicinas de Estados Unidos (FDA en sus siglas inglesas) actualmente está considerando incluir al salmón transgénico como una nueva "droga animal", debido a algunos de los genes extraños insertados en su código genético que afectan a sus hormonas de crecimiento. A/F Protein, la compañía que presentó la solicitud, envió a su Vicepresidente, Joe McGonigle, a esta reunión como miembro de la delegación estadounidense, pero no logró persuadir a ninguno de los otros delegados.

La propuesta de EE.UU. y Canadá no fue recogida con agrado por la comisión científica de la NASCO y por los otros miembros de la Reunión. Fue contundentemente rechazada por 17 ONGs medioambiental y pesqueras, presentes como observadores en la reunión. Las ONGs demandaron una prohibición para las liberaciones de salmón transgénico al medio ambiente. "El pescado transgénico tiene el potencial de causar desastres sobre las especies naturales y el ecosistema marino", declaró Lindsay Keenan, representante de Greenpeace en la reunión. Greenpeace denunció los experimentos de la compañía A/F Protein con acciones de protesta y lanzó una campaña global demandando "Mares libres de transgénicos".

Greenpeace junto a más de 40 organizaciones estadounidenses elaboró una demanda legal contra la Administración estadounidense para prevenir la aprobación del pescado modificado genéticamente.

Refiriéndose indirectamente a esta demanda, Rolland Schmitten, representante del Gobierno estadounidense en NASCO se comprometió a "solicitar que la FDA, que está considerando en estos momentos la solicitud de comercialización del primer salmón transgénico por parte de A/F Protein, consulté con el Acta de Especies Amenazadas con el Servicio Nacional de Pesquerías Marinas y con el Servicio estadounidense de Pesca y Vida Salvaje para asegurar que con respecto al salmón transgénico, ninguna acción de una Agencia gubernamental pondrá en peligro la existencia de los salmones atlánticos incluidos en dicho Acta. Durante esta reunión, USA mantiene su compromiso con las directrices transgénicas de la NASCO". Su homólogo canadiense, David Bevin, recalcó que "no existe ninguna posibilidad de que en un futuro cercano, reconsideremos la cría de animales transgénicos en tanques dentro del mar. La industria de la acuicultura también ha mostrado su negativa. Por tanto, no se llevará a cabo en Canadá".

El Presidente de NASCO resumió el debate señalando que todos los miembros apoyan las actuales directrices y que cualquier futura propuesta para el salmón transgénico se dará en un futuro muy lejano y estaría en cualquier caso sujeta al Principio de Precaución.

Lindsay Keenan añadió que "el salmón modificado genéticamente no tiene futuro. Ya que no será económicamente rentable mantener el pescado en instalaciones terrestres seguras, esto significa el final de la comercialización del salmón transgénico antes de comenzar. Esta es una buena noticia para los ya amenazados stocks de salmones salvajes y para el medioambiente".

Keenan anunció que Greenpeace se centrará en acciones legales a nivel tanto nacional como internacional para prohibir la liberación de peces modificados genéticamente en ríos y mares. "Esperamos que el año que viene, en la Conferencia de los Ministros de Medio Ambiente del Mar del Norte, donde el pescado transgénico será uno de los puntos de la agenda, se continúe trabajando en este tema", declaró Keenan, "la FDA estadounidense se encontrará problemas tanto en casa como internacionalmente, si intenta en solitario aprobar el salmón transgénico"