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El BDI, casi en mínimos históricos y bajando

El Baltic Dry Index (BDI) ha seguido cayendo estas últimas semanas a su nivel más bajo en casi tres décadas, muy afectado por la sobrecapacidad de la flota de graneleros y el descenso de la distancia media de los transportes de mineral de hierro.

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Este índice, que es un indicador de los fletes de graneles sólidos como el mineral de hierro, carbón, cereales, etc., cayó hasta 569 puntos el jueves 5 de febrero. Un 27% desde el inicio del año y el 95% desde su máximo histórico (11.793 puntos) en mayo de 2008, que lo sitúa en los niveles de la devastadora crisis del transporte marítimo de los 80.

 

Factores como la actual sobrecapacidad de la flota mundial de graneleros y la desaceleración de la economía china han influido negativamente en el BDI y todo ello a pesar de que la demanda de transporte de muchas materias primas ha alcanzado cifras récord. De hecho, para Eirik Haavaldsen, analista del banco de inversión Pareto, la razón por la cual los fletes de carga seca están cayendo no ha sido la falta de demanda, sino el exceso de oferta.

 

No obstante, otros analistas informan de que las exportaciones australianas de mineral de hierro hacia China están aumentando su cuota frente a otros orígenes con distancias mucho mayores. En consecuencia, la demanda de transporte, medida en toneladas x milla, está descendiendo.

 

Según Peter Malpas, de Braemar ACM, las fiestas previas al año nuevo chino (19 de febrero) tampoco ayudan a reactivar el mercado: "Los receptores no quieren tener cargamentos que lleguen a sus puertas durante las vacaciones del Año Nuevo Chino, así que hay una pausa en la actividad de fletamento”.

 

Cuando los fletes alcanzaron niveles muy bajos en 2012 y 2013, los fondos de capital privado inundaron el sector, generando muy elevados niveles de encargos de nuevos buques, que se están entregando en estos últimos meses y provocando un aumento de la oferta y un descenso aún mayor de los fletes. Los ingresos para un granelero Capesize han caído hasta 6.700 $/día, un 50% por debajo de los niveles del año pasado, que no resultan suficientes para cubrir los costes de operación de estos buques, que cabe estimar entre 6.000 $/día y 10.000 $/día.

 

Consecuentemente, las acciones de algunas de las navieras de carga seca que cotizan en la Bolsa de Nueva York han bajado hasta un 85%. “Si los fletes se mantienen a este nivel durante un año, muchos de los armadores podían tener problemas”, advierte Haavaldsen.