Portada ›› Náutica ›› Seguridad Naval-Naufragios ›› Tres muertos y cinco desaparecidos tras naufragar un pesquero portugues frente a Burela

Tres muertos y cinco desaparecidos tras naufragar un pesquero portugues frente a Burela

La tragedia se volvió a cebar ayer con la gente del mar, otro alto precio en el hundimiento del pesquero de bandera portuguesa,"Rosamar", Tres marineros muertos, cinco desaparecidos y otros cinco rescatados con vida por el helicóptero de la Xunta Pesca 2 ha sido el resultado del naufragio, acaecido a primera hora de la mañana de ayer, del pesquero Rosamar. El buque, se encontraba a 24 millas al NW de la localidad lucense de San Cibrao, en el caladero conocido como O Calvario.

El buque había salido a faenar cuatro horas antes a pesar de que hacía mal tiempo -estaba decretada la alerta naranja y la mayoría de la flota permanecía amarrada- con olas de hasta siete metros. Cuando se produjo el naufragio el Rosamar estaba faenando pues había largado el aparejo sólo diez minutos antes.
El pesquero tenía base en Matosinhos, localidad del norte de Portugal, y pertenecía a la empresa Pescarías Labayen Lda., propiedad del burelense José Antonio Labayen y sus dos hijos. Por este motivo, el arrastrero solía faenar frente a las costas de Burela en la captura de especies como merluza y chicharro y descargaba su pescado en el puerto de la localidad lucense.
La radiobaliza del buque se activó a las 08:45 pero, según algunas fuentes, esta alerta se entendió en Salvamento Marítimo como una falsa alarma dando por seguro que el Rosamar se encontraba en el puerto lucense. Sin embargo, portavoces de Sasemar aclararon que el dispositivo de rescate se puso en marcha "en cuanto saltó la radiobaliza" y que únicamente "tras tener los medios de salvamento en marcha" se habló con un pescador que afirmaba que la embarcación se encontraba en puerto, teoría que Salvamento descartó al confirmar uno de los armadores del pesquero que el barco se encontraba en el mar. Precisamente, el propietario del arrastrero, Jesús Labayen, atribuyó la confusión inicial de los coordinadores del salvamento a que otro buque de la misma empresa y con nombre similar, el Seiramar, permanecía amarrado en el puerto de Burela.
Dos de los tres fallecidos del pesquero fueron localizados entre las redes del arrastrero tras el avistamiento de los restos del barco por el helicóptero Pesca 2, que fue el primero en llegar a la zona y el que rescató a los cinco supervivientes, que se encontraban en una balsa salvavidas. Precisamente, la aeronave de la Xunta partió desde el aeropuerto de Alvedro tras recibir la alerta pues, a pesar de que tiene su base en Celeiro (Lugo), se encontraba en el aeródromo coruñés sustituyendo al helicóptero de Salvamento Marítimo Helimer Galicia, que estaba fuera de servicio como consecuencia de una avería.
Expertos en salvamento aseguran que de encontrarse el helicóptero en su base de Viveiro, la aeronave estaría en la vertical del suceso en 30 minutos, tiempo que se dobló al tener que desplazarse desde Alvedro, pues recibió la alerta a la 09.01 horas y llegó a la zona del naufragio en torno a las 10.00.
El helicóptero de la Consellería de Pesca rescató a cinco tripulantes (cuatro portugueses y un indonesio) de los 13 que formaban la tripulación (ocho lusos y cinco indonesios) y los trasladó al aeródromo coruñés, donde varias ambulancias esperaban para trasladar a los heridos al Centro Hospitalario Universitario de A Coruña. Fuentes del hospital coruñés explicaron que los marineros presentaban "erosiones, magulladuras, pequeños golpes y una hipotermia leve", por lo que cuatro de ellos fueron dados de al ta por la tarde, tras lo que regresaron a Burela, donde permanecerán en los próximos días. Mientras, el quinto superviviente estará un día en observación "por precaución".
Los cadáveres de sus compañeros fallecidos llegaron al puerto de la localidad lucense a las 20:00 horas, donde esperaban otros pescadores lusos para conocer el resultado del suceso.
Mientras, parte del operativo de rastreo de los cinco tripulantes desaparecidos se interrumpió a última hora de la tarde tras haber anochecido y aumentar las dificultades en las labores de búsqueda por la falta de luz y las peores condiciones del mar. En las labores de búsqueda participaró el avión Rosalía de Castro, el helicóptero de la Xunta Pesca 2 y el Helimer Cantábrico. Por mar participaron las embarcaciones Salvamar Shaula y la Salvamar Alioth. También colaboraron en la búsqueda el buque de la Consellería de Pesca Irmáns García Nodal y el remolcador de Salvamento María de Maetzu, que continuaron con el rastreo durante toda la noche. Está previsto que el resto de medios se reincorporen esta mañana al dispositivo.
Investigación
La Capitanía de Burela abrió diligencias para aclarar las causas del naufragio y el martes empiezan a declarar los implicados en el suceso
La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, y el secretario general del Mar, Juan Carlos Martín Fragueiro, siguieron la evolución de los acontecimientos y se pusieron en contacto con las autoridades de pesca de Portugal para informarles en el transcurso del día de las novedades.
El Rosamar fue construido hace 30 años, tenía 34 metros de eslora y pasó su última revisión hace cinco años, cuando aún era propiedad del anterior armador.
Las investigaciones para esclarecer el naufragio del pesquero ya se han iniciado en la Capitanía Marítima de Burela, que ha abierto diligencias, y está previsto que el próximo martes se empiece a tomar declaración a los testigos del suceso. Además, si hay investigaciones por la vía penal, la Capitanía deberá facilitar los datos recabados a las autoridades competentes.
Precisamente, los oficiales radiolectrónicos reclamaron ayer que se investiguen las causas del suceso y el dispositivo de rescate para comprobar que todo se hizo "de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) y para evitar que "se repitan" accidentes de estas características. Por ello reclaman que las investigaciones sobre seguridad marítima tengan la misma prioridad que cualquier otra investigación "permitiendo el acceso a las pruebas en el caso de que otra persona u organización investigue por separado el siniestro marítimo".