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Interior autoriza a los barcos de Somalia a llevar seguridad privada

El Ministerio del Interior ha autorizado a varios barcos que navegan por las peligrosas aguas de Somalia a llevar a bordo agentes de seguridad privada para hacer frente a la piratería que opera en la región y que ha obligado a Defensa a enviar un avión de reconocimiento a la zona.

El incremento de los secuestros realizados por los piratas en aguas somalíes detectado desde principios de año y las recientes amenazas sobre el posible recrudecimiento de sus acciones han puesto en alerta al gobierno español. El Ministerio de Interior permitirá que los barcos españoles en esa zona lleven agentes de seguridad privados a bordo.

Según han confirmado fuentes de Interior, se ha dado luz verde a la petición de los propietarios de varios buques ante la peligrosidad de estas aguas y los constantes asaltos de piratas a los barcos que operan en las costas del Cuerno de África.

Se trata de una mera autorización administrativa que debe solicitar siempre cualquier empresa o institución que desee contar para su protección con algún tipo de seguridad privada.

El nivel de protección que se puede contratar, sea armada o no, depende de las necesidades de seguridad de cada caso y está reglada por la vigente Ley de Seguridad Privada.

Fuentes ministeriales no han querido desvelar el tipo de armas que podrán portar los guardias de seguridad contratados por los buques y han recordado que la mayoría de los barcos de países europeos que trabajan en estas aguas ya cuentan con seguridad privada a bordo.

La decisión del gabinete de Rubalcaba ya es, de hecho efectiva. A día de hoy, hay un barco español que permanece en las costas de Kenia y que para protegerse cuenta - además de con la vigilancia de un avión militar - con 10 agentes privados a bordo, según informa Cadena Ser en su edición digital.

El Gobierno está además cerrando los útlimos puntos para la creación de un protocolo de actuación ante el hipotético secuestro de un barco español. Según informa el medio citado, el ejecutivod e Zapatero pretende institucionalizar los pasos a aseguir tras la necesaria improvisación que rigió el rescate del Playa de Bakio.