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El Sella cambia de dueños. Fiuza y Bouzán interrumpen el reinado de Julio Martínez y Busto se impone en la K-1.

La K-2 formada por el Walter Bouzán y Alvaro Fernández Fiuza, fue la encargada de interrumpir el reinado de Julio Martínez --ganador de once ediciones-- bajo el puente de Ribadesella.

Dos minutos y dos segundos. Esa fue la ventaja que separó a primeros y segundos en la llegada, una diferencia muy significativa que ilustra el nivel y el estupendo acoplamiento con el que Fiuza y Bouzán se presentaron a esta cita. La K-2 del Feve Oviedo Kayak paró el reloj en una hora, seis minutos y 57 segundos. Pero ya habían empezado a gestar su victoria mucho antes. A mitad de recorrido, incluso, ya era prácticamente un hecho.

La salida dio lugar a un grupo de cinco embarcaciones en cabeza, con la argentina formada por Damián Dossena y Borga Gastón en primera posición. Pero enseguida los nuevos reyes del Sella pasaron a liderar la prueba, con Julio Martínez y Miguel Castañón intentando remontar desde la quinta plaza.

No había transcurrido el primer kilómetro y medio y Fiuza y Bouzán ya marchaban a 20 metros de distancia con respecto a los últimos ganadores (y actuales récordman del descenso). Por detrás, el grupo perseguidor había pasado a ser un trío, con los argentinos Pinta y Mozzicafredo; Corominas y Alonso y Salas y Cangas (Piragüismo Sella) intentando no quedar descolgados, algo que se convirtió en un reto imposible para estos últimos.

La prueba pasó a ser cosa de dos. Al paso por Toraño, la diferencia entre la K-2 del Feve Oviedo y Julio Martínez era de 13 segundos y, a un minuto, se situaba el tercer grupo, encabezado ahora por Jorge Alonso y Albert Corominas.

El ritmo de palada de Fiuza y Bouzán no sólo se mantenía constante, sino que parecía inalcanzable para el hombre que más veces ha ganado en Ribadesella. La duda, al principio, estaba en cuánto margen estaba dispuesto a conceder Julio Martínez a los palistas del Feve Oviedo. La llegada a La Requesiada despejó cualquier tipo de incógnita ya que la diferencia había alcanzado los 40 segundos. Los pasos posteriores por La Uña (44 segundos de distancia) y Llovio (1 minuto y 18 segundos) tranquilizaron a la pareja astur-gallega, que celebró con un chapuzón su aplastante victoria. La tercera posición se resolvió al esprint. Corominas y Alonso, otra K-2 que se estrenaba en el Sella, consiguió finalmente el ansiado tercer cajón del podio (1:10.25).

LA K-1 Partía como favorito en todas las quinielas y al final se cumplió el guión. Manuel Busto, del club Piragüismo Astur, se impuso sobre la línea de meta al leonés Julián Becerro (Deportivo Bañezano) con un tiempo de una hora, trece minutos y 58 segundos. El diez veces campeón del mundo suma así un nuevo título a su extenso palmarés y se quita la espina que tenía clavada de años atrás, cuando quedaba relegado al segundo puesto en K-2, siempre por detrás de Julio Martínez. Pero ayer fue otra historia. El maliayés tenía ganas de brillar en el Sella, estaba confiado en hacer un buen papel y no defraudó.

Tras unos pequeños problemas en la salida, Busto y Becerro cogieron el mando de la prueba. Uno controlaba al otro, y viceversa. Ambos palistas completaron juntos los 20 kilómetros que separan Arriondas de Ribadesella salvo los últimos metros, donde Busto lanzó el esprint, Becerro no pudo seguirle y el maliayés se alzó con la victoria. El tercer cajón del podio fue para el sudafricano Anthony Scott, que invirtió un tiempo de una hora, 15 minutos y 36 segundos.

Busto y Becerro protagonizaron una bonita lucha hasta el final. Los dos palistas llevaban el mismo ritmo y ninguno dejaba que el otro se escapara. Pasaron pegados al paso por Toraño, por el Rabión del Diablo, la Requesiada, Llovio y La Boticaria. Tanto Busto como Becerro se metieron con un grupo de K-2 y cogieron sus olas, lo que les permitió llevar un ritmo muy cómodo. Por detrás, Scott, que hizo su carrera, no se obsesionó con coger al grupo de cabeza.

Asturiano y leonés ofrecieron espectáculo en la 74 edición, sobre todo en el tramo final del descenso, con el puente de Ribadesella al fondo. El palista del Piragüismo Astur tiró de experiencia, cogió la cabeza, aumentó la palada y lanzó el esprint. Becerro intentó aguantar, pero sus fuerzas ya no le respondieron y terminó sucumbiendo ante el decacampeón del mundo de maratón.