Las llegadas continúan en La Base, Estrés en el resto de la flota por llegar en tiempo límite

Una intensa sensación de alivio se percibe en todos los rostros de quienes, uno tras otro, finalizan su épica travesía en los pantalanes de Lorient. Simbolizando la intensidad de la batalla que acaban de librar contra los elementos, la vela mayor de Boris Herrmann (Malizia - Seaexplorer) rasgó toda su longitud, apenas unos minutos después de que el patrón alemán cruzara la línea en cuarto lugar.

Como él, Damien Seguin (Groupe APICIL), que completa el top 5 de esta primera edición del Retour à La Base, fue al límite de sus recursos. Víctima de un esguince en el dedo en la primera noche de regata, el campeón paralímpico recibió una acogida de estrella de rock por parte del público de Lorient, señal de que su mensaje de inclusión va mucho más allá de los aficionados a la vela... ¡igual que la pasión contagiosa de Samantha Davies (Initiatives Cœur), feliz de haber reencontrado "el placer y la confianza" en este Retour à La Base!

Para Thomas Ruyant (For People), la aventura de Retour à La Base dio un giro inusual pocos días antes de pasar las Azores, cuando una avería en su sistema de timón le provocó una trasluchada salvaje y el desgarro de su mayor, que quedó totalmente inutilizada. Así que el final de la regata le pareció interminable a este infatigable competidor, frustrado al verse caer en la clasificación (16º) a pesar de su capacidad para mantener su barco en movimiento, incluso ante la adversidad. "Estoy un poco aburrido, no pasan muchas cosas, aparte de algunos amaneceres preciosos como el de esta mañana", se sincera un poco frustrado por ver ganar al barco hermano de su Koch-Finot-Conq, Yoann Richomme (Paprec Arkéa).

Al marcar un tiempo de regata fantástico de 9 días y 3 minutos, el ganador de esta primera edición del Retour à La Base también ha puesto el listón muy alto para todos sus rivales. Para que las millas de su regata cuenten para la clasificación de la Vendée Globe, los regatistas tienen que terminar en un tiempo máximo del 150% del tiempo del ganador. En pocas palabras, ¡cada patrón debe completar su travesía en menos de 13 días, 12 horas y 1 minuto para estar dentro del calendario!

Así pues, todo el mundo se esfuerza por avanzar lo más posible, a pesar de los daños, que ya son tan numerosos que resulta difícil seguir la pista. El incidente más reciente ha afectado de nuevo a Louis Duc (Fives Group - Lantana Environnement), que ha sufrido la rotura del obenque inferior. Aunque el navegante de Normandía ha conseguido asegurar su mástil, "va a tener que aflojar y reducir considerablemente su vela". Todavía tercero en la flota de barcos a la deriva, ya había perdido terreno al doblar las Azores, obligado a sotavento de una isla para subir al mástil de noche y desenganchar los jirones de su gennaker desgarrado el día anterior...

Menos mal que, incluso entre los que han sufrido averías, ¡la adrenalina de la competición siempre puede reavivarse! "Tengo una bola de estrés en la boca del estómago", dice Pip Hare (Medallia), que arrebató el 11º puesto a Clarisse Crémer (L'Occitane en Provence) en la última clasificación. "Creo que tengo ventaja sobre Clarisse, que tiene un barco increíble y sería estupendo quedar por delante de ella, pero también me preocupa mucho romper algo o hacer alguna estupidez", escribe la británica, siempre tan expresiva. Antes de concluir filosóficamente: "Aquí, todo es poderoso: el viento, el mar y las emociones".

Temibles competidores, los marineros de Retour à La Base también pueden convertirse en fieles compañeros, animándose mutuamente. Mientras Violette Dorange (Devenir), en 23ª posición, reconocía en sus últimos mensajes que se sentía "un poco decaída", daba las gracias a François Guiffant (Partage), en 29ª posición, que tuvo la amabilidad de enviarle un mensaje para saber cómo estaba... "Me dijo algo que siempre he querido oír de él. Me dijo algo que intento tener presente: ¡Hacer una regata transatlántica no es trivial y es un gran desafío!", escribió la competidora más joven de la regata que, a pesar de sus numerosos problemas técnicos, habrá demostrado que para los bien nacidos, el valor no espera el número de años.

La imaginación vuela

Los días también han debido de ser largos para Fabrice Amedeo (Nexans - Art & Fenêtres), que ha estado cinco días sin conexión a Internet. "Ha sido una desintoxicación sin precedentes para mí", dice el patrón, actualmente en 26ª posición, que admite haber alterado su trayectoria como consecuencia de ello. "Tomé una ruta 4G hacia las Azores, para poder recuperar algunos archivos meteorológicos", explica, aprovechando esta red para enviar un breve vídeo del "interior de su batmóvil". Si pasas demasiado tiempo solo, ¡al menos pones a trabajar tu imaginación!

Desde luego, imaginación no le falta a Benjamin Ferré (Monnoyeur-Duo For a Job). Decimotercero y a la cabeza de los barcos a la deriva, se toma el tiempo de compartir su truco de lavado, que consiste en dejar su cacerola sobre la cubierta, que, a medida que se acerca al cabo Finisterre, no dejará de ser arrastrada por el fuerte mar... ¡Eficaz!

Igual que la apretada estela de Tanguy Le Turquais (Lazare), que salió en 31ª posición y sigue ascendiendo en la flota hasta el 22º puesto de la clasificación. Ha sido la peor noche que he pasado en el barco desde que navego en él", admitió el navegante de Lorient, que se acerca al fondo de la plataforma continental entre las Azores y la Península Ibérica. El mar era catastrófico, el barco temblaba en todas direcciones, había mucho viento, y tenía mucho miedo de romper algo. Pero esta mañana he hecho una pequeña revisión y todo parece estar en orden, ¡así que estupendo!

Deseemos el mismo éxito a Isabelle Joschke (MACSF), que se espera que cruce la línea de meta en Lorient el lunes por la mañana. "Los últimos días son los más intensos", confirma la regatista, que intenta mantener su excelente 9º puesto. Voy a intentar descansar lo máximo posible hoy para llegar con energía al final, cuando tendré que ir con más cuidado". Pisándole los talones se encuentra Romain Attanasio (Fortinet - Best Western), que se ha tomado su primera taza de café en un intento, quién sabe, de demostrar que en las regatas oceánicas, la suerte nunca está echada antes de la línea de llegada.