Portada ›› Vela ›› Más Vela ›› Crisis federativa, zancadillas soterradas y saltos mortales si red en la vela santanderina, a las puertas del mayor acontecimiento deportivo de la ciudad

Crisis federativa, zancadillas soterradas y saltos mortales si red en la vela santanderina, a las puertas del mayor acontecimiento deportivo de la ciudad

Crisis federativa, zancadillas soterradas y saltos mortales si red en la vela santanderina, a las puertas del mayor acontecimiento deportivo de la ciudad

Es paradójico, y provoca cuando menos hilaridad, que la Presidenta de la Federación Cántabra de Vela ahora invoque a la Ley del Deporte de Cantabria para decir que es ilegal el acuerdo que pretende la Española para la Escuela de CEAR, y que ella la incumpla reiteradamente en el ejercicio de sus funciones al frente de la Federación Cántabra de Vela, lo que ha sido puesto en conocimiento de los máximos responsables del Deporte en Cantabria.

En los escasos dos años que la Presidenta lleva al frente de la Cántabra, no ha sido capaz de constituir un Comité de Disciplina Deportiva al que le obligan los Estatutos federativos. Al carecer de este la Presidenta ha ejercitado atribuciones conferidas a otros Órganos de Gobierno anulando las elecciones del Real Club Marítimo de Santander, hechos estos que la Ley del Deporte de Cantabria tipifica como faltas muy graves, a los que la propia Ley sanciona con un abanico muy amplio, que va desde la inhabilitación a perpetuidad hasta la destitución del cargo, pasando por multa.

En el interesante artículo publicado por el digital www.elfaradio.com titulado “LA FEDERACION CANTABRA DE VELA QUIERE QUEDARSE EL CEAR DE SANTANDER” (http://www.elfaradio.com/2014/02/24/la-federacion-cantabra-de-vela-quiere-quedarse-el-cear-de-santander/), al final del mismo, en su último párrafo da una noticia que queda eclipsada por lo tratado en el mismo, pero que es mucho más importante que el tema del que trata este sobre la intención de la Federación Cántabra de Vela de quedarse con el CEAR de Santander, a lo que me refiero es a lo que dice sobre la Asamblea Extraordinaria que tendrá lugar el martes “La Asamblea Extraordinaria de la Federación Cántabra de Vela abordara además la creación de un Comité de Disciplina, en respuesta a varias denuncias sobre hechos acaecidos en el Campeonato Regional de Vela Ligera 2013, que ha derivado en un requerimiento expreso del Gobierno de Cantabria a través de la Dirección General de Deportes”. Esta falta de Comité de Competición es gravísima, lo es y mucho

Esta Noticia sobre la falta de Comité de Competición y Disciplina Deportiva al que los Estatutos obligan y que la Federación Cántabra no ha constituido nunca, es un hecho que demuestra dejadez y falta de conocimiento de la Presidenta y su Junta Directiva de las obligaciones que tiene con relación a la Federación y sus federados, noticia esta que puede pasar desapercibida por el lector ya que el articulo de “elfaradio.com” se centra en otro tema también interesantísimo. El último párrafo del artículo es el que afortunadamente recoge este asunto que es tremendamente importante, y desde luego mucho más que el de la intención de quedarse la Federación Cántabra con el CEAR de Santander (que también lo es), ya que esa falta del Comité de Competición en la Federación corrobora el incumpliendo por parte de la Presidenta y de su Junta Directiva de los propios Estatutos Federativos, lo que es muy fuerte, y la deslegitima completamente para invocar la Ley en el caso del convenio de la RFEV para la conservación de su Escuela en el CEAR

Esta falta de órganos fundamentales del funcionamiento de la Federación dan una imagen exacta de la gestión del actual equipo directivo presidido por la Presienta Julia Casanueva, la que en el tiempo que lleva al frente de la misma no ha hecho otra coas que, o bien desmontar cosas que funcionaban, como era la escuela del CEAR, o bien desatenderé a la Federación que preside y a sus afilados como en no dotarla de los órganos que mandan los Estatutos.

Aclarado este importante tema pasamos a intentar ver lo que ha ocurrido con la Escuela de Vela del CEAR durante estos 15 últimos meses, y que ponen de manifiesto las múltiples argucias, intrigas y artimañas que han desarrollado durante ellos para hacerse con lo quedará del CEAR una vez que pase el Mundial de Vela si este como todos suponen deja de ser gestionado por la RFEV.

Los protagonistas de este embrollo se están repartiendo los despojos de algo que aun no se ha muerto, pero que todo apunta que lo hará en un futuro no muy lejano, ello gracias en una parte al erial que dejo la Junta Directiva presidida por Pombo, en la que figuraban varios santandinos, uno de ellos el Presidente cesado judicialmente del Real Club Marítimo de Santander, y por otra a las carencias gravísimas que tiene la Cántabra, que hasta el momento ha estado como decía el titulo de una película española “los lunes al Sol” con respecto a su funciones didácticas.

Este asunto de la lucha soterrada por el control de la Escuela de Vela del CEAR, que resulta de todo punto kafkiano, no lo entienden ni los propios protagonistas, los que han realizado a lo largo de estos meses en que vienen desarrollándose las mismas dejación de sus funciones, además de triples volteretas mortales sin red.

El responsable actual del Centro, la Real Federación Española de Vela, en noviembre de 2012 con Pombo aun en la presidencia realizo un ERTE por seis meses que dejo a la Escuela de Vela del CEAR bajo mínimos.
En esa situación laboral, en la que suspendían de empleo temporalmente a tres trabajadores de la misma, la RFEV trato de pasar a la Federación Cántabra de Vela la gestión de la Escuela del CEAR. La Cántabra que desde años atrás no tenía prácticamente otra actividad que la de expedir licencias, (lo que por cierto en el primer año de mandato de la actual Presidenta, el 2013, realizo con enorme retraso), entro al trapo a los cantos de sirena de la Española y se hizo cargo de la misma. Lo hizo tan mal que en el poco tiempo que la tuvo bajo su gestión perdió al 50% del alumnado, y consiguió además una franca y total animadversión de los padres de los alumnos que asistían a la Escuela, lo que trascendió a todos los medios de comunicación santanderinos.

Cuando parecía que la gestión de la Cántabra al frente de la Escuela del CEAR se consolidaba, de repente salta a los medios de comunicación que la Autoridad Portuaria no renueva la concesión de la Isla de la Torre al Gobierno de Cantabria, esto coincide con la noticia que a los pocos días se publicita en los medios santanderinos los que dicen que la Federación Cántabra está estudiando la posibilidad de hacerse con la gestión de la Escuela de Deportes Náuticos que el Gobierno de Cantabria mantiene desde hace mas de 30 años en la Isla de la Torre.

Contra todo pronóstico la Dirección de Deportes cierra la Escuela de Deportes Náuticos mediante la publicación de su cierre en el BOC, y no solo esto, sino que las embarcaciones y material que se encontraba en la Escuela de Vela de la Isla de la Torre se ceden por el Gobierno de Cantabria a la Federación Cántabra de Vela.

Todo esto se lleva a cabo, y la Cántabra asombra a propios y extraños cuando solicita la concesión de la Isla de la Torre por seis meses. Esta decisión confunde a propios y extraños porque no se entiende que la Dirección de Deportes no pueda hacerse con la concesión que lleva treinta años disfrutando y si la pueda conseguir la Federación Cántabra de Vela (que depende de la Dirección de Deportes para subsistir) la que el día 12 de abril paga religiosamente los 21.827,51 euros de tasas que la exige la Autoridad Portuaria por los seis meses de concesión que solicita y esta se la otorga sin más. .

Sobre el mes de mayo comienza en la Isla de la Torre la actividad de la Cántabra, pero en otra pirueta mortal lo hace con personal completamente distinto al que durante treinta años había impartido la enseñanza de la Vela en aquellas instalaciones, los que unos son reubicados en la administración del Gobierno de Cantabria y otros mandados directamente al paro por el este.

Ante esta situación y con el ERTE finalizado, la RFEV, con una tesorería prácticamente en bancarrota, pone nuevamente en funcionamiento la Escuela del CEAR que había abandonado la Cántabra, pero esta vez con menos del 50% del alumnado que tenía cuando la cedió , ello gracias a la gestión de la Cántabra en el corto periodo de tiempo que la “gestiono”

Después del verano, las piruetas mortales que se daban, sin red, por parte de los protagonistas de esta sinrazón seguían animando al mundo de la Vela en Santander. A finales de septiembre La Federación Cántabra de Vela cierra la isla de la Torre y por tanto toda actividad de la enseñanza de la Vela bajo su gestión. Un poco antes, a principios de verano la Real Federación Española de Vela despide a dos trabajadores de su Escuela, aunque esta sigue funcionando.

En Noviembre la RFEV abrumada por la falta de fondos vuelve a despedir a otros trabajadores, en esta ocasión a dos, dejándola en cuadro y bajo mininos, lo que levanta un clamor entre los padres que llevan a sus hijos al CEAR para practicar la Vela. A su vez la Cántabra que había cerrado su Escuela en septiembre , la reabre por esas fechas, pero no en la Isla de la Torre, donde ya no tiene la concesión, sino que lo hace en un Club de Marina del Cantábrico, pero con escasísimo alumnado.

Durante este tiempo invernal y mientras las dos escuelas languidecen, los padres de los alumnos que asisten a la del CEAR presionan al Consejo Superior de Deportes y al Ayuntamiento de Santander para que se cierre un acuerdo definitivo que garantice la continuidad de la Escuela en ese centro. Estos organismos prometen y prometen, pero no acaban de rematar (cosa por otra parte forma típica de la actuación de nuestros políticos). Cuando parece, así lo tramiten los medios, que ese acuerdo será una realidad y la Escuela del CEAR se garantiza, aparece en la función la Federación Cántabra de Vela que denuncia que tal acuerdo podría ser ilegal.
Esta nueva pirueta por parte de la Cántabra descoloca una vez más a la Vela Santanderina. En ese nuevo episodio, la Federación Cántabra de Vela sufre una grave crisis y a consecuencia de ella el Vicepresidente de la misma dimite, bajándose, nunca mejor dicho, del barco en marcha, y deja la Federación. Su baja es sustituida rápidamente por un nuevo Vicepresidente, que ya fue parte del ente federativo en otra legislatura y que también dimitió por discrepancias con aquella Directiva.

Todo esto ha sucedido durante los últimos 15 meses con relación al reparto de los despojos que puedan producirse del posible abandono del CEAR por parte de la Real Federación Española de Vela después del Mundial, lo que aunque tiene todos los visos de que ocurra, aun no ha sucedido y lo que de ocurrir es consecuencia de la mala gestión económica del anterior Presiente y su Junta Directiva, además de la gravísima crisis que sufre el país, lo que la llevara a la RFEV un largo peregrinar por el desierto, o como dijo Jesús Gil refiriéndose a la bajada de categoría de su Atlético, a unos añitos en el infierno. Gil los cuantificó en dos, pero los que la Española tendrá que purgar están aún por ver

J.F.M.J.O.