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La reparación de dragón Fortuna costó unos de 60.000€

Los astilleros Varador 2000 de Arenys de Mar han presentado hoy a la prensa la rehabilitación del velero Fortuna, el barco con el que compitió el Rey Juan Carlos en los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972, cuya reforma ha costado unos 60.000 euros.

El Fortuna es una embarcación de clase Dragon que la entonces princesa Sofía regaló al príncipe Juan Carlos y con la que el Rey ganó varias competiciones nacionales e internacionales. Una vez pasados sus momentos de gloria, a mediados de los 70, la embarcación pasó a otras manos y su pista se perdió hasta que ha sido recuperado por Varador 2000.
La iniciativa ha sido de la propia empresa Varador 2000, que ha llevado a cabo los trabajos de restauración, y de un grupo de armadores.

El director-gerente de los astilleros Varador 2000, Xiqui Mas, ha explicado que fue a finales de la década de los 90 cuando el Fortuna llegó a Arenys de Mar. Por motivos de trabajo y también de financiación, no ha sido hasta hace poco que el equipo de expertos de la empresa se pudo poner a trabajar para restaurarlo.

"Se nos pasó por la cabeza algún día poder restaurarlo. Por motivos de trabajo y presupuesto pasaron los años y tuvimos que esperar el momento oportuno. Con el apoyo de un grupo privado de emprendedores pudimos financiar la obra", ha comentado Mas.

Los trabajos de restauración han sido muy laboriosos. Además, según han explicado, no tienen nada que ver con las embarcaciones en cadena que se construyen hoy en día, puesto que el proceso ha sido totalmente artesanal, utilizando los mismos compuestos, maderas y moldes de la época en la que se construyó.

De este modo, se ha restaurado el casco, la cubierta, la cabina y bañera, el aparato, y se ha tardado un mes más para los trabajos de acabado final, como la pintura. Uno de los ingenieros que ha participado de los trabajos, David Elias, ha destacado que también ha hecho falta una tarea de documentación para ser fieles a su imagen original.

"Para nosotros ha sido un reto porque es un barco emblemático. Además, un Dragón es una embarcación de gran calidad. Queríamos ser lo más fieles posibles", ha subrayado Elias.

En total, la restauración ha durado 4 meses y ha requerido 1.800 horas de trabajo.

La embarcación restaurada ya fue expuesta en el Salón Náutico de Barcelona de finales del año pasado, donde el Rey Juan Carlos la visitó y manifestó su voluntad de cederla al Museo Olímpico, en el que estará expuesto a partir de finales de este mes de enero.

El Fortuna tiene 11 metros de altura y 8,90 metros de eslora, está fabricando con madera de caoba y pertenece a la clase Dragon, que tiene más de 80 años de historia.

A partir del 1937 este tipo de embarcaciones dejaron de tener su función de crucero y empezaron a ser utilizadas en competiciones y, aunque ya no participan en las olimpiadas, todavía hay un grupo de aficionados que luchan por su conservación en 26 países.