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La Vendée Globe más disputada de la historia

La Vendée Globe más disputada de la historia

Tanguy de Lamotte, esperado este fin de semana en Les Sables d’Olonne. Alessandro di Benedetto lleva un ritmo más fuerte que el de otros participantes en su barco. Cuando solo quedan dos barcos en el agua, y que otros nueve patrones han llegado ya a Les Sables d’Olonne, es bueno recordar que esta Vendée Globe será la más competida de la historia. No solo porque los dos primeros llegaron con una diferencia de apenas tres horas; también porque la diferencia entre los primeros y los últimos es más que pequeña que nunca.

A Tanguy de Lamotte (Initiatives Coeur) se le espera en Les Sables d’Olonne el próximo fin de semana. Si llega el próximo domingo, acabará la regata en 99 días, apenas tres semanas más que el vencedor, François Gabart. Y el farolillo rojo, Alessandro di Benedetto (Team Plastique) podría hacerlo unos cuatro o cinco días después. Seguramente serán menos de 105 días empleados por Thomas Coville (edición 2000-2001) y Arnaud Boissières (2008-2009) en este mismo barco.

La diferencia entre el primero y el último clasificados será con casi total seguridad inferior a los 30 días, probablemente más cerca de los 25 que de un mes. Hace cuatro años, el austriaco Norbert Sedlacek terminó en 126 días, uno más que Raphael Dinelli, penúltimo, y a más de 42 días del vencedor, Michel Desjoyeaux; en 2004-2005, acabó su vuelta al mundo también en 126 días, 38 más que Vincent Riou, que entró primero; 158 días tardó Pasquale de Gregorio en 2000-2001, frente a los 93 días de Michel Desjoyeaux en su primera victoria; Catherine Chabaud llegó 34 días detrás de Christophe Auguin, el ganador de 1996-1997; 43 días fue la diferencia entre Jean-Yves Hasselin y Alain Gautier en 1992-1993; y en la primera edición de esta vuelta al mundo el vencedor, Titouan Lamazou, acabó casi 53 días antes que el último clasificado, Jean-François Coste, que entró en el canal de Les Sables d’Olonne 163 días después de haber zarpado.

Así pues, y pese a figurar en último lugar de la flota desde la retirada del polaco Zbigniew Gutkowski, Alessandro di Benedetto está realizando una regata más que correcta en un barco que está a punto de culminar su cuarta vuelta al mundo sin escalas. Con este velero, solo Sébastien Josse (93 días, en 2004-2005) habrá realizado un mejor tiempo que el franco-italiano.

Una previsión de 140 días
Este hecho no parece, sin embargo, importar demasiado al patrón del Team Plastique, más preocupado en navegar correctamente y llevar su barco a buen puerto que en conseguir un buen registro: “No, esto no es importante; antes de la salida pensaba que tardaría 140 días”, ha comentado. “Lo más importante era acabar, y esto sigue siendo lo más importante. 105 días en este barco es simplemente un registro, la referencia que tengo de Thomas Coville y de Arnaud con este barco. Intentaré acabar en el mismo tiempo, pero lo más importante sigue siendo acabar con el barco y yo mismo en buenas condiciones”.

En estos momentos Di Benedetto está en una zona de transición entre el cinturón de los alisios y el anticiclón de las Azores, a unas 900 millas al Oeste de las Canarias, unas 800 al sudoeste de las Azores. Pero ha roto ya la barrera de las 2.000 millas a la llegada, concretamente se encuentra a 1.989 de Les Sables d’Olonne.

Casi 900 millas más cerca de la meta está el Initiatives Coeur, que navega con viento portante casi a rumbo directo. Tanguy de Lamotte confía en entrar en Les Sables d’Olonne este fin de semana.

Ayer fue un día excepcional de planeadas sin nubes, 20 nudos de viento, genáquer, toda la mayor y J3: ¡perfecto! El viento llega cargado de arena; no sé si viene del Sáhara o de las islas de barlovento del archipiélago, pero el barco está cubierto de un polvo anaranjado. He tomado una ducha a última hora del día y he pasado cerca de la isla de Flores, en el archipiélago de las Azores, pero ya era de noche, por lo que solo he visto luces. La puesta de sol ha sido mágica y la luna, magnífica, un croissant super fino, las puntas hacia arriba sobre ese fondo azul con tonos naranja en el horizonte. ¡Adoro esos colores! Se ve la luna en mi foto.
Durante la noche el viento ha subido hasta 25 nudos, por lo que he tomado un rizo en la mayor, pero he mantenido el genáquer. En el sur, lo enrollaba a partir de 20 nudos, pero más por el mar que por el viento. Aquí el mar está relativamente plano, por tanto con el lastre de popa el barco era feliz y planeaba a 18 nudos, ¡y yo también! Esta mañana hay algunas nubes más, pero seguirá siendo un buen día de planeadas.

Tanguy de Lamotte (FRA, Initiatives Coeur)

El viento ha amainado un poco desde esa noche. Ha pasado de 28 nudos a 12-10 nudos. La mar de leva también baja, es mucho más tranquila y yo subo rumbo nornordeste. Delante habrá una pequeña trampa, porque hay dos zonas anticiclónicas y yo estoy entre las dos. Tengo que subir hacia el norte para recuperar un flujo de oeste con una gran depresión que se formará dentro de unos días. Hago todo lo que puedo para tener una buena velocidad y subir hacia el norte lo más rápido posible. En esos momentos estoy a unas 800 al sudoeste de las Azores y a unas 1.000 millas de las Canarias.
Acabo de pasar el trópico de Cáncer y las temperaturas siguen siendo agradables. En los pliegos de la mayor sigue habiendo peces voladores. Es una característica de esa zona. Tengo pescado fresco y puedo prepararlo. Sienta bien. Comparada con la bajada del Atlántico, esta remontada me parece un poco larga. Hay que aguantarse con las condiciones meteorológicas que cambian mucho y que son bastante complicadas. Además, es cierto que ya no tengo velas de portantes, y las necesitaré dentro de unos días, porque habrá viento bastante fuerte, con más de 40 nudos, que me espera hasta Bretaña. Pero me espabilaré con las velas que me quedan.

Alessandro di Benedetto (FRA/ITA, Team Plastique)