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La regata de Toño y Pachi. La fuerza cántabra en la vuelta al mundo

La regata de Toño y Pachi. La fuerza cántabra en la vuelta al mundo

Tras un comienzo irregular, Pachi Rivero y Toño Piris completan una muy buena Barcelona World Race. En 20 días remontan de la decimosegunda posición a la quinta en el Atlántico. A partir de allí exhiben una gran regularidad y logran ponerse terceros en el estrecho de Cook, una posición que mantienen hasta Barcelona.

La frase “de menos a más” le cae a la perfección a la Barcelona World Race del Renault Z.E. Ante la primera decisión estratégica del Mediterráneo, deciden navegar más al este del grueso de la flota y se descuelgan de la cabeza. 49 millas en un día es todo un lastre para la primera jornada. En el mar de Alborán, viene la segunda penalización meteorológica. Eligen ir junto a la costa española y se quedan desventados y con corriente en contra en la puerta del Estrecho. No cruzan Gibraltar hasta el 5 de enero. Lo hacen en undécima posición, a 300 millas del líder, detrás del We Are Water y por delante del Fòrum Marítim Català con quien se alternan los puestos 11 y 12 de la clasificación durante un par de días.

 

El 9 de enero, Pachi Rivero y Toño Piris logran pasar Canarias por el oeste en décima posición a 380 millas del líder. Ese día están a 80 millas del GAES Centros Auditivos, a 110 del Neutrogena y comienzan a separarse del grupo de atrás. El 11 de enero superan Cabo Verde por el oeste. Como ese día se retira el Président, se colocan novenos y comienzan una gran escalada. Al día siguiente pasan al GAES Centros Auditivos y se ponen octavos a 240 millas del Neutrogena que es el que cierra el segundo grupo, formado por el Estrella Damm, el MAPFRE, el Mirabaud y el Groupe Bel. Están a 506 millas del líder.

 

Sin embargo la defensa de puesto ganado al GAES Centros Auditivos es trabajosa. Entre el 13 y el 18 de enero, entre el Atlántico Norte y calmas ecuatoriales, alternan posiciones con las chicas. En ese momento los cántabros ponen rumbo oeste y se separan del grueso de la flota. Rápidamente la decisión da frutos. El 19 sacan una tajada momentánea de la opción oeste extrema tomada por el Foncia, el Virbac-Paprec 3 y el MAPFRE y se ponen sextos. Al día siguiente la clasificación los muestra en séptima posición, pero la realidad indica que no han perdido un puesto, sino que han ganado dos. Es que ese día el Foncia, el Virbac-Paprec 3 y el MAPFRE vuelven a aparecer delante del Renault Z.E., como estaba previsto, pero los cántabros ya están delante del GAES Centros Auditivos y del Neutrogena. El 22 de enero, el que sufre la galopada de Pachi y Toño es el Mirabaud, ya son sextos. Y cuatro días después, con la retirada del Foncia son quintos. Del decimosegundo al quinto puesto en veinte días.

 

La persecución del Índico

 

Febrero es el mes en el que Pachi y Toño se dedican a sembrar en el Índico para cosechar en el Pacífico. Es el tiempo de la gran persecución por los mares del sur. Comienzan el mes a 150 millas del Groupe Bel y el Estrella Damm, que navegan a la vista uno del otro. Están a 850 millas del Virbac-Paprec 3 y 300 del MAPFRE. El 12 de febrero pasan el Cabo Leeuwin alrededor de 400 millas por detrás del Groupe Bel y 700 detrás del Estrella Damm.

 

Nueve días después el Groupe Bel y el Estrella Damm paran en Wellington para hacer reparaciones. El Renault Z.E. sale del estrecho de Cook en tercera posición. Está a más de 600 millas del MAPFRE, pero ya está en posición de podio y no va a abandonar ese lugar hasta llegar a Barcelona. Sólo el Neutrogena en el Pacífico puso en peligro real esa posición. Boris Herrmann y Ryan Breymaier llegaron a ponerse a 20 millas de la popa del Renault Z.E. el primer día de marzo.

 

El 7 de marzo los cántabros doblan el cabo de Hornos en tercera posición y dos días después el Groupe Bel se detiene en Ushuaia, para luego abandonar. De esa manera sólo quedan dos barcos en la persecución del Renault Z.E., el Estrella Damm y Neutrogena, separados por sólo una milla entre ellos, y a 470 millas de Pachi y Toño.

 

Una ceñida eterna

 

El anticiclón de Santa Helena enciende las primeras alarmas del Renault Z.E. Una compresión muy grande le permite al Estrella Damm y el Neutrogena acercarse a menos de 150 millas de los cántabros. El acordeón persiste hasta la salida de las calmas ecuatoriales. La menor diferencia es de 76 millas el 24 de marzo. Pero el primero de abril vuelve a ser de 250 millas.

 

Por si por algo se ha caracterizado esta subida del Atlántico, es por la interminable y agotadora ceñida en que se convirtió todo este océano para el Reanult Z.E. y sus perseguidores. A tal punto que durante esta parte del recorrido sufren el peor problema de la regata en la vela mayor, aunque lo solventan sin consecuencias.

 

Cuando parecía que ya se había acabado lo peor, el 4 de abril Gibraltar recibe a los patrones cántabros con más ceñida y viento de 40 nudos con ola de cara. El buen hacer marinero de Pachi y Toño evita cualquier problema y sortean su última tormenta sin daños. Aunque aún, en su camino a la llegada aún les esperaba una encalmada que retrasó su llegada hasta las primeras horas del día 8 de abril.