Mini Transat: Primer zarpazo en el Cantábrico

Franck Lauvray es, sin duda, quien pagó el precio más alto. Desarboladura de su proto Alice, el patrón busca actualmente una solución para fabricar un aparejo de fortuna. La regata continúa y la próxima complicación ya está sa la puerta. El cabo Finisterre, que el primero debería abordar la próxima noche.
Los patrones lo sabían cuando salieron de Les Sables d'Olonne el pasado lunes: la noche de martes a miércoles para tonificar músculos, con vientos medios de 27-28 nudos y rachas de 30, en una mar con ola de la fuerte marejada y atravesada a su ruta.

Los pronósticos resultaron ser correctos y toda la flota se sacudió. Muchos competidores han informado de algunas averías: problemas en timones, de piloto automático, guardamancebos y balcónes…
Este miércoles, algunos siguen luchando para intentar solucionar sus pequeños problemas. Otros, menos desafortunados, ya han encontrado soluciones. La situación, obviamente, sigue siendo mucho más compleja para Franck Lauvray (436 - Alice). Unido desde el mediodía por uno de los siete barcos de apoyo para el evento, el Orvaltais está buscando construir un aparejo de fortuna. Luego decidirá cuál es el puerto más fácil de arribar.

Para los demás, la pelea continúa, y la buena noticia es que las condiciones han mejorado significativamente desde esta mañana. Los Ministas ahora navegan a favor del viento, hacia el extremo noroeste de España, impulsados ​​por el noroeste, en un mar con menos ola.
El desafío del momento: ir lo más rápido posible para conseguir apretar bajo el anticiclón que se esta volviendo a rellenar paulatinamente, y así evitar quedar atrapado en las zona de poco gradiente.

En este ejercicio, los competidores más al oeste se benefician de una ligera ventaja porque disponen de más presión que sus oponentes más al este, sabiendo que el pelotón, que todavía permanecía muy unido ayer, ahora se extiende a lo largo de casi 120 millas de lado y más de 130 millas desde la distancia hasta la meta. Estas diferencias serán importantes en las próximas horas porque claramente por la proa un paso a nivel en el Cabo Finisterre.

Un rumbo que los barcos líderes deben abordar en la segunda parte de la noche siguiente, pasando entre la costa y el DST (dispositivo de separación de tráfico), antes de iniciar un descenso a todo gas hacia Canarias, propulsado por los vientos alisios portugueses. mientras sus perseguidores se arriesgan a ver la puerta cerrada. De hecho, aquellos que no hayan logrado cruzar el famoso punto ibérico antes del anochecer de jueves a viernes se encontrarán de nuevo con problemas de velocidad.

En este contexto, se generarosn los primeros huecos en la flota por el paso del frente anoche. Los líderes claramente se ven beneficiados, se tragarán las 950 millas que luego quedarán por recorrer. a alta velocidad con una últimas previsiones de ETA a Santa Cruz de La Palma en cinco días, posiblemente cuatro días antes que los rezagados. Mientras tanto, unos y otros cazan escota todo lo posible, y la lucha está en pleno apogeo en todos los puestos.

A la cabeza del grupo, entre los Protos, Pierre Le Roy (1019 - TeamWork) y Tanguy Bouroullec (969 - Tollec MP / Pogo) entablan un buen duelo y lideran por una docena de millas

. En los barcos de la Serie, navegan más agrupados liderados por