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Vendée Globe Día de contrastes. Líderes ralentizan su marcha. Jean-Pierre Dick en Hornos esta noche. Stamm, angustiado por si descalificación

Vendée Globe Día de contrastes. Líderes ralentizan su marcha. Jean-Pierre Dick en Hornos esta noche. Stamm, angustiado por si descalificación

Este 53º día de regata es un día de contrastes. Por un lado, la alegría y el alivio de los hombres de cabeza, encantados de navegar en las aguas del Atlántico Sur. Por otro, el desasosiego de Bernard Stamm bajo el golpe de una descalificación.

Cabo-horneros desde anoche (a las 19h20 y 20h35 respectivamente) François Gabart y Armel Le Cléac’h han visto tierra por primera vez desde que el pasado 11 de noviembre divisaron el cabo de Finisterre y ahora surcan felices las aguas del Atlántico Sur. Al salir del estrecho de Le Maire, al nordeste de la isla de los Estados, el cambio de decorado es radical. Se acabaron los locos descensos sobre las duras pendientes de los mares del Sur. Se acabaron el estrépito y los bandazos. Hoy, Banque Populaire y MACIF progresan suavemente a través de una zona anticiclónica (menos de 7 nudos entre las dos últimas clasificaciones). El viento es de una suavidad bienvenida y el mar está llano. Si no fuera por la presencia de los últimos icebergs a su sudeste, sería casi el paraíso. Incluso la calidad de la conexión telefónica ha mejorado. En La Vendée Globe en Directo de mediodía, la voz de François Gabart era tan clara que parecía que estuviera instalado en la habitación de un hotel al lado del PC Regata de la Tour Maine Montparnasse de París.

Los dos navegantes de cabeza están cruzando una dorsal navegando hacia el Este y pronto deberían pasar por el exterior de las islas Malvinas. Dentro de 24 horas, sin embargo, ya será otra cosa. Las pequeñas y violentas depresiones que surgen de las costas argentinas y uruguayas los pillarán en su subida hacia el Ecuador. Pronto navegarán contra un viento fuerte, de ceñida, un rumbo que quizás han olvidado tras un mes catapultados por vientos portantes.

Las condiciones de navegación de los dos hombres de cabeza permitirán que Jean-Pierre Dick (Virbac-Paprec 3) y, más lejos, Alex Thomson (Hugo Boss) recuperen parte de su retraso. En tercera posición, el navegante de Niza debería doblar el cabo de Hornos en esta madrugada y acabar a su vez una travesía del Pacífico que no le ha sonreído. A 165 millas de la punta meridional de América, actualmente navega con un viento del noroeste que tendrá tendencia a rolar hacia la proa a medida que se acerque a las costas de Chile. En cuanto al primero de los patrones británicos, debería entrar en el Atlántico Sur en la madrugada de este viernes. Y Jean Le Cam (SynerCiel) parece haber reservado tanda para el fin de semana.

Valor Bernard
A 2.763 millas de los líderes, el grupo Gamesa-Mirabaud- Bubi Sansó- Akena Vérandas y Cheminées Poujoulat se sumerge hacia el Sur después de pasar la penúltima puerta del Pacífico (Oeste).
Bernard Stamm, sin embargo, tiene hoy otras preocupaciones. El 1 de enero, a las 18 horas, el Jurado Internacional emitió su veredicto, tras la parada del navegante suizo en las islas Auckland y su amarre a un barco científico ruso. El Cheminées Poujoulat infringió la regla 3.2 del Anuncio de Regata (relativa a la prohibición de asistencia) y es descalificado. Hablando este mediodía por teléfono, Bernard no ha escondido su decepción y su desasosiego. Ha optado por solicitar la reapertura del caso, tal como le autoriza el reglamento. Con franqueza y honestidad ha hecho balance de la situación, ha explicado que sus problemas técnicos, que lo obligaron primero a reparar sin descanso desde las costas portuguesas y después a pararse dos veces para reparar, ya habían hipotecado su clasificación en la regata. Y que fuera cual fuera la decisión del Jurado tras el reexamen de su caso, acabaría su Vendée Globe, incluso fuera de regata.

Sea como sea, esa decisión no borrará en absoluto el valor y la combatividad que ha demostrado Bernard desde el inicio de esa aventura. También su humildad. A primera hora de esta tarde, enviaba una muy dulce imagen del cielo, acompañada de ese comentario: “Un poco de belleza natural para aligerar un poco la pesadez del ambiente. Es un chubasco iluminado por el sol del amanecer. La niebla ha acabado disipándose, llevaba con ella desde Nueva Zelanda. Hace bien”.Un poco de dulzura en este mundo de brutos…

Los datos
François Gabart (MACIF) dobló el cabo de Hornos el 1 de enero de 2013 a las 18h20 TU (19h20 hora española) tras 52 días, 5 horas y 18 minutos de regata.
Tiempo entre el cabo de Leeuwin y el cabo de Hornos: 17 días, 18 horas y 35 minutos. El tiempo de referencia en ese tramo del recorrido sigue en poder de Mike Golding en 16 días, 6 horas y 26 minutos (en 2004/2005).

Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) dobló el cabo de Hornos el 1 de enero de 2013 a las 19h35 TU (20h35 hora española) tras 52 días, 7 horas y 33 minutos de regata.

Han dicho
Como podéis suponer, podría ir mejor. Tengo derecho a pedir la reapertura del caso y es lo que haré. Creo que he actuado siempre en el espíritu de la regata. Creo que el Jurado no ha tenido en cuenta el contexto, he actuado por la seguridad de mi barco. El barco ruso Professor Khromov llegó de noche, cuando yo ya estaba en el fondeadero. Lo vi por casualidad al amanecer, hacía mal tiempo, con niebla y poca visibilidad. Bastante rápidamente mi ancla empezó a garrear y como él estaba muy cerca y a mi sotavento, había un riesgo de que colisionáramos. Todo pasó muy rápido, no pensé en el reglamento. Pensé en ese barco como en un ancla, no tenía otra, los fondos allí están cubiertos de algas y mi ancla resbalaba encima de ellas. Era necesario encontrar un lugar sólido, o zarpar al mar, pero no había acabado la reparación de mis hidrogeneradores y no tenía ninguna reserva de electricidad. Pienso que la Vendée Globe y la IMOCA necesitan que los barcos regresen, no que acaben contra las rocas.

Pediré la reapertura del caso intentando hacer comprender lo que pasó. Es seguro que si se lee la literalidad del reglamento, no puedo amarrarme a otro barco, pero para mí era simplemente un ancla. Cuando vi que mi ancla garreaba, cogí la VHF para avisar al otro barco que intentaría llegar a su lado. Fueron ellos quienes me propusieron que me amarrara a ellos, yo corría por todo el barco para encenderlo todo [los instrumentos]. Cuando salí, había alguien a bordo subiendo el ancla. Ni siquiera tuve tiempo de pensar en decirle que bajara del barco, y además corríamos el peligro de seguir bajando por la pendiente. Acabé de subir el ancla y le pasé el cabo a su barco. Cualquier marino del mundo entero hubiera hecho lo que hizo y pasó tan rápido que ni siquiera pensé en lo que decía el reglamento. Quizás el capitán del Professor Khromov podría atestiguarlo, pero no estoy seguro de que aportara elementos nuevos, por cuanto no haría más que reafirmar lo que sucedió. Estoy en medio del Pacífico Sur, por lo que pararme ahora sería complicado… Con mis problemas de hidrogeneradores, habré conseguido hacerlo solo. Quiero llevar a cabo mi proyecto de dar mi vuelta al mundo, y como estoy en las antípodas, bien tengo que volver. Pero además, también monté un proyecto científico y nada me impide acabarlo.
Bernard Stamm (SUI, Cheminées Poujoulat)

La Vendée Globe es LA regata extrema en solitario. Tenemos que aceptar las reglas y la ausencia de asistencia nos obliga a una autonomía total. Creo que comprendo el proceso detrás de la decisión. Las reglas son las reglas, etc. Pero cuando conoces la historia de Bernard y la situación en la que se encuentra, con una parte del Pacífico Sur por recorrer, después el cabo de Hornos y la amenaza de los icebergs, parece muy injusto. Parece que no es una buena decisión. Pero como he dicho, las reglas son claras y por desgracia, con la información que tengo, parece que se violaron esas reglas por inadvertencia. Y creo que es un punto considerable: inadvertencia. Mantengo realmente reservas sobre esa decisión, no me parece correcta y estoy realmente, realmente muy triste por Bernard. Espero que pueda apelar y seguir en regata.

Para los líderes, la regata es ser líder, pero para una mayoría de la flota –entre la que me cuento- esa regata sobre todo es el ambiente de la salida, de la llegada y la fantástica aventura entre una y otra. Las clasificaciones, las posiciones, claro que son cosas que sigues con interés, nos obliga a seguir empujando el barco, querer pillar a quienes están delante, etc., pero no es el único objetivo de la Vendée Globe. A su llegada a Les Sables d'Olonne, estoy seguro de que Bernard será recibido como todos los otros barcos, incluso más. Bernard es un patrón muy popular, y un hombre adorable, ha trabajado muy duro por ese proyecto.
Mike Golding (GBR, Gamesa)

Estoy contento de haber llegado al Atlántico después de haber pasado el cabo de Hornos. Es simbólico, pero estoy contento de haberlo pasado en cabeza. La primera vez siempre hace algo, espero que las próximas las sensaciones serán igual de fuertes. En los mares del Sur se pasan buenos momentos, pero también momentos difíciles. Es bueno cuando terminan.
Después del cabo de Hornos era impresionante ver el cambio de decorado en apenas unos minutos. El mar se calmó de repente, cuando dos horas antes nos movíamos mucho a causa de la plataforma continental, era verdaderamente horrible. Ahora no se mueve, puedo subir a cubierta sin mojarme y puedo escucharos sin tener que cerrarme la otra oreja.
No había visto tierra desde el cabo de Finisterre. Pasé a 2,5 millas del cabo de Hornos y aunque al principio no lo veía, acabé apercibiendo un trozo de tierra en la proa cuando se hizo de noche.
François Gabart (FRA, MACIF)