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Vendée Globe. Los cinco de cabeza superan la puerta de Amsterdam. En tres jornadas y media doblarán Leeuwin el 2º gran cabo

Vendée Globe. Los cinco de cabeza superan la puerta de Amsterdam. En tres jornadas y media doblarán  Leeuwin el 2º gran cabo

Gabart - Le Cléac’h: la guerra de nervios
Problemas dentales y técnicos para Stamm y Thomson
Condiciones de navegación penosas para Golding, Le Cam y Wavre

Los galgos, los 5 que van en cabeza han superado hoy la puerta de Amsterdam. Virada para el Sur en dirección a Australia. Dentro de tres días y medio doblarán el segundo de los tres grandes cabos de esta vuelta al mundo: Leeuwin, en el extremo suroeste de Australia. Su galopada los llevará probablemente más allá de los 50º Sur, una latitud que hasta ahora aún no se ha alcanzado.

El que pueda que me siga, parece decir François Gabart (MACIF) y le responde Armel Le Cléac’h (Banque Populaire) callate, no grites que estoy a tu costado, a barlo Macif a sota el banquero, en el medio de las 2 millas que los separan una barrera de nervios, no se relajan ni un momento en el duelo que libran desde hace 48 horas. En ese combate singular a la vista, su única arma es la velocidad, una velocidad muy golosa en frescura física, energía y resistencia. ¿Cuánto tiempo podrán aguantar esa tensión cuando aún no han llegado a mitad de recorrido?

Siempre a favor de un viento del Noroeste sostenido delante de un frente, los veleros de cabeza siguen planeando a gran velocidad. Este martes siguen flirteando con las 450 millas diarias. Los barcos se siguen moviendo con la misma violencia, el nivel sonoro sigue siendo ensordecedor, pero los navegantes ya están acostumbrados a ese mundo agresivo. De todas formas, en ese contexto el menor problema técnico o físico es especialmente complicado de solucionar.
Tras haber echado mano a la caja de herramientas hace unos días, Bernard Stamm (Cheminées Poujoulat) esta vez ha tenido que abrir el botiquín para usar material dental: una de sus muelas se le rompió mientras comía. La ha tenido que limar y rellenar con empaste, a lo vivo. Una operación dolorosa, al parecer culminada con éxito y que no ha impedido que el navegante suizo siguiera galopando.

Más lejos, en 5ª posición, uno puede imaginarse a Alex Thomson considerablemente nervioso y tremendamente cabreado. En la noche del domingo al lunes, su Hugo Boss chocó con un objeto flotante. Balance: una barra de unión de los timones rota en tres trozos y uno de sus dos hidrogeneradores echado a perder. Por segunda vez, el británico ha tenido que reparar la barra que aguanta el timón. Sin una de sus fuentes de energía, tendrá que ir con cuidado con su consumo diario de electricidad. La verdad es que Thomson no está teniendo suerte en las grandes citas, en esta Vendée es uno de los grandes animadores y eso que tiene un barco antiguo.

500 millas más al Oeste, el trío de perseguidores ve impotente cómo el grupo de cabeza se escapa. Las millas entre esos dos grupos crecen y es un castigo doble para Mike Golding (Gamesa), Jean Le Cam (SynerCiel) y Dominique Wavre, que la pasada noche han sufrido el paso del frente. El patrón del Mirabaud es quien más ha sufrido en ese episodio (150 millas perdidas). Esta mañana Dominique ha descrito condiciones de pesadilla en medio de relámpagos y un verdadero diluvio. Detrás del frente, por muy deslumbrante que sea el escenario que forman este cielo y el mar azul, la situación no es más tranquila: el trío navega entre grandes olas cruzadas que hacen temer a Jean Le Cam que el barco salga intempestivamente de arribada.

También en la cola de la flota se necesitan nervios de acero. En la puerta de Crozet, Javier Sansó acumula un retraso de más de 1.500 millas respecto del líder. Una diferencia que sube a 3.000 millas en el caso de Alessandro di Benedetto, único participante que aún navega en el Atlántico Sur. Entre ambos, Arnaud Boissières (AKENA Vérandas), Bertrand de Broc (Votre Nom autour du Monde avec EDM Projets) y Tanguy de Lamotte (Initiatives-Coeur) corren una regata con el anticiclón sudafricano. Por suerte para ellos, el viento ha vuelto.
En esta regata no todos tienen las mismas motivaciones. También saben que viven una aventura excepcional, que pocas personas en todo el mundo tendrán la oportunidad de experimentar.

Han dicho...

El barco planea a toda velocidad sin forzarlo y en buenas condiciones. Es super-agradable vivir así. No digo que la regata sea fácil, ni mucho menos. La Vendée Globe es una de las regatas más difíciles del mundo. Tenemos problemas, pero también hay momentos agradables como los de esos dos últimos días. Hay unos 25 nudos de viento, la mar se forma, pero es bastante razonable. No es violento como lo ha podido ser. El barco se sigue moviendo mucho, pero parece mucho menos violento que esos últimos días. Si vas a más de 20 nudos durante varios días, cuando bajas a 18, 19 nudos no tienes la impresión de ir muy rápido.
François Gabart (FRA, MACIF)

Con François (Gabart), nos vemos en el AIS desde hace casi 24 horas. Hemos pasado la puerta (Amsterdam) esta noche. Todo va bien. Aún queda mucha regata, tendremos una depresión que pasará al oeste esta noche y mañana por la mañana. Habrá que maniobrar. La pelea es intensa delante. Por teléfono se tiene la impresión de que va bien, pero las condiciones de vida no son fáciles, hay mucha agua. El sol se está poniendo, la mar no está demasiado formada y tenemos entre 25 y 27 nudos de viento. En cuanto a temperatura, aún no hemos tenido mucho, mucho frío. He visto el barco de François esta mañana, no estábamos lejos uno de otro. Fuera se reciben muchos rociones en la cara y por eso es difícil ir a ver lo que pasa delante. El recorrido se ha alargado un poco, y por eso veremos cuánto tiempo llevamos cuando lleguemos al cabo de Hornos. Esa será la buena referencia para ver si estamos en los tiempos para batir el récord, pero ese no es el objetivo. El objetivo es llegar a Les Sables, lo mejor situado posible.
Armel Le Cléac’h (FRA, Banque Populaire)

Estoy aliviado. Ahora va muy bien. Estuve de guardia con mucha atención. La dirección de regata me mandó un mensaje para decirme que estaba en una zona de icebergs. Arrié la mayor, estaba fuera cada dos o tres minutos. Navegué a la vista con la ayuda del radar. Cuando se hizo de día volví a izar la mayor. Las temperaturas habían bajado bastante, pero han vuelto a subir hasta 10-11 grados y ahora estamos mejor. El sol de la Vendée Globe es mi energía. Hay todo ese entusiasmo, vuestras palabras, mi patrocinador… Eso es mi sol de la Vendée Globe porque el sol de verdad por aquí no aparece mucho. De momento estoy muy contento del resultado. Seguimos aquí con Team Plastique, para mí es un honor. Estoy contento de que el barco esté en perfecto estado.
Alessandro Di Benedetto (FRA/ITA, Team Plastique)

He trasluchado hacia la 1 de la madrugada y ahora tengo un buen flujo de 25 nudos., Eso permite hacer velocidades un poco correctas. Esta noche ha hecho relativamente fresco con una temperatura de 6-7 grados, pero ahora hay 14 grados y hace sol. Lo aprovecho porque hacemos buenas planeadas. 25 nudos de viento, las planeadas, los albatros que nos siguen, son momentos verdaderamente mágicos.
Arnaud Boissières (FRA, AKENA Vérandas)

Hay un entusiasmo planetario. Se ve gracias a las nuevas tecnologías. Cuando hemos recibido a un millón de visitantes en Les Sables d’Olonne es que la regata ha creado algo muy, muy fuerte que va más allá del deporte. El público que viene a ver a los patrones no es forzosamente apasionado de la vela, sino de la aventura. Hay valores, una forma moderna de heroísmo. Los admiro. Pero también me apena mucho la retirada de quienes han tenido que renunciar. De momento tienen algo más de un día y medio de adelanto respecto de la última edición. Tenemos una regata planetaria. Ha habido 13 cambios de líder desde la salida, es una regata loca. Pero para ganar una regata hay que conseguir volver. No tienen que olvidarlo, porque ahora están tomando grandes riesgos.
Bruno Retailleau (Presidente del Consejo General y de la SAEM Vendée)

El título de navegante del año francés es un orgullo y un reconocimiento a los 15 años de patrocinio con Groupama. En Francia se conoce menos la Volvo Ocean Race que la Vendée Globe, pero se ha vuelto a descubrir esa prueba. Vamos a mares que conocemos menos, como el mar de China, y además es con tripulación y con escalas. Lo que [los navegantes de la Vendée Globe] son capaces de hacer en solitario es magnífico. En solitario debe de ser difícil mantener esas medias, pero los barcos están muy a punto. Además, François Gabart ha dicho que nunca había dormido tanto como esos últimos días.
Franck Cammas (elegido navegante francés del año)