14 de noviembre, 18.30.

Un total de 33 asistentes. El tono es triunfalista. Aparentemente, ya no hay dilemas. López-Sors: "Ha sido un éxito conseguir que arrancase el barco". Un triunfo más: La UE ha reforzado la petición de ayuda internacional reclamada por España porque considera que "se trata de un problema europeo, no nacional, lo que resulta extremadamente positivo". Y el delegado del Gobierno, "siendo cauto, plantea la situación diciendo que el alejamiento del barco evoluciona de forma favorable y que el problema que hay que abordar son las manchas". Sólo una voz discordante con tanta autocomplacencia. Katherina Satanzel, experta de ITOPF (Federación de Propietarios de Petroleros contra la Contaminación), augura un vertido similar al del Erika: viscoso, muy denso, muy difícil de visualizar, con peligro de fragmentación y que puede desplazarse largas distancias en aguas frías, lo que implica que el uso de skimmer (barreras) no es útil. Aconseja que "se elijan las zonas que quieren proteger y cuáles se van a dar por perdidas". Nadie presta oídos a su baño de realismo. El delegado del Gobierno convoca a las 11.00 del día siguiente.