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Santander. Mal comienzo de la clase crucero en la apertura de la temporada de otoño

Santander. Mal comienzo de la clase crucero en la apertura de la temporada de otoño

A pesar de haberse realizado en Santander un Mundial de Vela, lo que debía de haber potenciado este deporte, hoy a menos de una semana de este evento y después de casi tres mesas de inactividad en la vela, solamente han sido cuatro las tripulaciones que han tomado parte en el comienzo de la temporada otoñal en la clase Crucero, siendo la victoria en la misma para el Aizen en la clase I y para el Gabriela Onofre en la clase II

Tras casi tres meses de inactividad en las regatas sociales para la clase crucero, hoy comenzaba la primera tirada de trofeo que abre la temporada de otoño. El día, era bueno, para navegar en el abra del sardinero, pero un bodrio para hacerlo en el interior de la bahía. Incomprensiblemente, ahora que el Club cuenta con una nueva embarcación para dar las regatas, hoy esta ha montado el campo de regatas en el interior de la bahía, con lo que los cruceros han tenido que salir frente al Marítimo, desde donde se estableció el recorrido 7,6. El que como ocurre siempre con él, resulto un fiasco.

Es lamentable que se desperdicien días tan magníficos como el de hoy dando las regatas en el interior de la bahía, para luego navegar otro tramo en el Abra, cuando nada aportan estos recorrido a los participante, que sufren en sus carnes las correntadas de la bahía, las que malogran completamente la competición cuando las regatas tienen lugar en los dos lugares.

Hoy solamente cuatro tripulaciones, y no completas han soltado amarras para tomar parte en la regata que abría el calendario de otoño.

La prueba se estableció desde el Marítimo, con salida al Sardinero, para desde una baliza fondeada al norte de Santa Marina navegar en demanda de otra que estaba fondeada al rumbo 010 a una milla aproximadamente de la anterior, para después volver a la entrada tras montar la baliza de Santa Marina.

El viento que soplaba momentos antes de la salida era escasísimo del Norte, el que en las cercanas de la zona de salida apenas llegaba a soplar. A esto había que sumar una marea entrante de un alto coeficiente, con lo que lo más aconsejable era aplazar la salida hasta que el viento fuese llenando la zona de regatas. Esto no se hizo, y a la hora programada se comenzó con el procedimiento para comenzar la prueba.

La salida fue valida, con todos los `participantes muy alejados de la línea, pues la fuerte corriente, y la falta de viento, les impedía posicionarse sobre la línea.

La salida de la bahía fue un desastre, como consecuencia de la enorme dificultad que ofrecía la marea entrante, a la que el viento, rolón y escaso, no permitía remontar. Los barcos, en el primer tramo de la regata navegaron de un bordo, tanto en la bahía como una vez fuera de ella.

La baliza de Santa Mariana, no sirvió para nada en ese tramo, pues la posición de la segunda boya no hacía necesario el montarla. Solo sirvió para tomarla a la vuelta.

Con lo que una vez más en esta jornada, la navegación ha sido un desfile, no siendo necesario dar nada más que dos bordadas, una de ellas muy corta, para legar a barlovento, y nuevamente otras dos en popa para cortar la línea de entrada, la que cortaron los participantes con gran separación entre ellos como consecuencia del desfile en que se convirtió la regata.

J.F.M.J.O.