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La mirada de E.N.S. Comenzó la XIII edición de la Cantabria Infinita

La mirada de E.N.S. Comenzó la XIII edición de la Cantabria Infinita

Comenzó la XIII edición de la Cantabria Infinita con el triunfo de la tripulación del Simphony en la clase I, de la del Cantabria Infinita en la clase II, de la del Gabriela Onofre en la clase III y la del Nextel en la clase J80

Con la participación de 53 tripulaciones, divididas entre las clase I, II y III en crucero con cuarenta embarcaciones en la línea de salidacon la participacion e dos tripulaciones de la Universidad de Oviedo que pone en evidencia a la UC, la que cuenta con excelentes regatistas y que no ha sido capaz de poner uan sola embarcacion en la inea de salida y de los J80 que sumaron 15, a la hora indicada en el anuncio de regatas se procedió a dar la salida las clase I y II de crucero, para a continuación dar la de la clase III y posteriormente los J80, todos ellos con un intervalo de 5 minutos de diferencia, siendo la salida de unos la señal de atención para los siguientes.

Durante el procedimiento de salida se escucho la llamada de salvamento Marítimo recordando que a las 15 horas tendría lugar varios movimientos de buques en el interior de la bahía.

A la hora de la atención el viento soplaba con escasa intensidad del rumbo 295 y la bahía se encontraba afectada por una fuerte corriente entrante que complicaría mucho la salida de la misma por lo que la decisión del lugar por donde efectuarla era fundamental para la realización de la regata.

El comité determino para la jornada el recorrido 7,1 del anuncio de regatas del club, instalando una línea de salida que abarcaba la totalidad de la anchura de la canal de navegación de la bahía, comenzando con los procedimientos a la hora indicada en el programa.

En esta edición de la Cantabria Infinita ha tenido lugar una nueva determinación de los grupos de competidores, no existiendo, como en otras ediciones, las categorías de crucero y regata, sino que los cruceros se dividían en grupos de acuerdo con su TCC, siendo en función del valor del mismo de cada embarcación la determinación del grupo en que tomaría parte en la regata. Esto ha dado lugar a alguna confusión a la hora de realizare las salidas y varios del grupo III han salido prematuramente en la primera de las salidas junto con los del grupo I y II.

Los primeros en hacerlo fueron los del la clase I y clase II de cruceros. La salida era en popa con muy poco viento y con una fuerte correntada en contra, por lo que los que salieron por las cercanías de tierra lo hicieron con menos corriente aunque con algo menos de presión, pero esta se compensaba por la menor intensidad de la corriente.

Tras cinco minutos salieron lo del grupo III, que han sido los que más participantes han puesto en la cancha, con 17 embarcaciones, con unos TCC muy similares. En esta clase el primero en cortar la línea fue el Gabriela Onofre que de salida se adelanto enormemente al todos los demás integrantes del grupo III, rebasando con esta salida en la bahía a gran parte de los del Grupo I y II, que sufrían enormemente con la fuerte corriente en contra por el centro de la canal.

A partir de la horadada, el viento se puso de través en toda la navegación restante hacia la baliza 1, que se encontraba fondeada al NE de la Isla de Mouro.

En las cercanías de la misma, cuando solamente la habían montado unas pocas tripulaciones del grupo I, el viento comenzó a escasear, llegando a dejar de soplar por completo por más de una hora.

En esta condiciones la escasa mar de fondo que afectaba al Sardinero fue un calvario para los participantes, pues con ella, las velas no eran capaces de portar en ningún momento.

Esto presagiaba una suspensión al no parecer que el viento tenia alguna posibilidad de volver a entrar.

Durante esta calvario la flota se disperso por el sardinero, a la espera de que ocurriese algo positivo en la regata lo que cada vez se ponía mas en duda, retirándose en este intervalo gran parte de los participantes.

Para el resto, la espera tuvo su compensación, pues poco a poco el viento, aunque muy inestables, comenzó a entrar.

La incógnita era como se entablaría el viento final. Tras más de media hora de pequeñas roladas, entro un Noroeste de unos 10 nudos de intensidad lo que permitió que los que habían aguantado el recalmón comenzasen a navegar.

En el tramo de la popa ,de vuelta a la baliza 1, el viento soplo con fuerza, llegando a alcanzar los 25 nudos de real. Esto complico enormemente este tramo, pero a la vez hizo disfrutar a los participantes de unas magnificas planeadas.

Más duro fue el tramo de vuelta a la bahía, en donde la navegación el través, en la que las rachas eran más violentas aun, puso a prueba a las tripulaciones, las que tuvieron que luchar enormemente para mantener su embarcaciones a rumbo y evitar las fuertes orzadas que sufrían en cada racha.

Una vez dentro de la bahía, la marea ayudo a remontar la ria siendo la navegación en este tramo de ceñida a rabiar

Lo más destacado de la jornada fue la nula participación ciudadana ante un espectáculo como el que las 53 embarcaciones navegando con todo su colorido velamen largado al viento ofrecían en la bahía santanderina. No habiendo en los muelles aledaños a la salida, que además cuentan con bancos para sentarse en primera línea una sola persona contemplando tan espectacular imagen ofrecida por la XIII edición de la Regata Cantabria Infinita

 

E.N.S