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Ni Buena Esperanza ni Hornos, el más duro, Gibraltar

Ni Buena Esperanza ni Hornos, el más duro, Gibraltar

· Pepe Ribes, tras cruzar el Estrecho con rachas de 120 km/ hora: “Ha sido el día más duro para el barco y para nosotros después de toda una vuelta al mundo”
· Tras entrar al Mediterráneo marcando el mejor registro del Atlántico, el Estrella Damm navega pegado a la costa almeriense protegiéndose del fuerte viento y oleaje para ganar velocidad

El Estrella Damm de los patrones Alex Pella y Pepe Ribes, cuarto clasificado provisional en la Barcelona World Race, ha vivido las horas más difíciles de la regata justo cuando la vuelta al mundo toca a su fin. El barco español marcó el mejor registro del Atlántico hasta ahora en esta edición con 27 días, 11 horas y 55 minutos de Cabo de Hornos a Tarifa. El último gran obstáculo, el Estrecho de Gibraltar, ha sido el más duro: “Después de toda la vuelta al mundo, el paso de Gibraltar ha sido el peor día para el barco y para nosotros”, aseguraba Pepe Ribes en la videoconferencia de esta mañana. “Por un momento pensamos que no podríamos pasar y que tendríamos que volver atrás”, confesaba.

 

El Estrella Damm sigue en cuarta posición a 142 millas del Renault Z.E., tercero, con respecto al que ha perdido algunas millas en los últimos partes de posiciones, aunque en el cómputo de las últimas 24 horas le ha recortado dieciséis.

 

El barco de Ribes y Pella pasó el Estrecho con vientos sostenidos de levante de 45 nudos y rachas de hasta 65 nudos, “y unas montañas de ola increíbles”, como relataba el de Benissa (Alicante), una situación en que el control del barco es casi imposible. “No teníamos ninguna escapatoria. Era ceñida pura (viento en contra). Había momentos que teníamos que virar, pero había 60 nudos y no podíamos. Una cosa que hemos aprendido ayer es a trasluchar con 60 nudos cuando no podíamos virar. Íbamos con el tormentín y con el cuarto rizo y muchas veces cuando soplaban 55-60 nudos, sin control ninguno del barco. Quisiera dar las gracias a Tarifa Tráfico que fue apartándonos a los mercantes de toda nuestra derrota porque era imposible que nosotros esquiváramos nada”, explicaba Ribes.

“Recuerdo un mercante especialmente. Estábamos en su proa, entró un chubasco de 65 nudos y tuvimos que bajar la mayor y nos quedamos casi sin control del barco. Si no hubiese sido por aquella chica de Tarifa Tráfico que iba abriéndonos camino…”, relataba el patrón.

 

Ribes explicó que era más seguro navegar cerca de la costa en el mar de Alborán, y que además se ganaba velocidad con menos viento y ola: “Ahora estamos dando bordos cerca de tierra, nos quedan un par de viradas para enfilar ya al Cabo de Gata. Después pensamos que si las condiciones de ola son iguales en el otro lado seguiremos igual por la costa para evitar el viento y el mar fuerte, ya que corremos más aquí, que podemos ir a once nudos, mientras que por fuera vamos a ocho o nueve. O sea aunque sea muchísimo más trabajo y no podamos dormir prácticamente porque cada 50 minutos hay que virar, es mejor seguir cerca de la costa…”

 

“Esperamos doblar el cabo de Gata esta tarde y que el viento nos dé un respiro y comenzar a poner las velas normales: trinqueta, solent y navegar de ceñida normal. Las últimas 24 horas han sido con el tormentín y tres o cuatro rizos, y el barco sufre un montón porque con estas olas mediterráneas, aunque subas bien, detrás de la ola no hay nada, y caes cuatro metros”, relataba Ribes.

 

Un detalle del campeón

 

Enterado de que Jean Pierre Dick, ganador de la Barcelona World Race a bordo del Virbac Paprec 3, permanecerá en Barcelona para recibir al Estrella Damm, Ribes comentó: “Ha hecho una regata increíble. Es un detalle por parte de Jean Pierre. Él fue quien nos introdujo en la clase IMOCA. Alex estuvo trabajando con él y su equipo cuatro meses. Yo estuve dos, y un mes de regata con Jean Pierre, y aparte de ser un tipo excelente, lo considero un amigo.”